La colosal Pedra Pintada, emblema de la antigua civilización amazónica Existe en Roraima la famosa Pedra Pintada, una enorme roca que se alza imponente en la sabana de Boa Vista/Brasil.
Algunas leyendas cuentan que bajo la Pedra Pintada hay una gran caverna conectada con la gruta por medio de un estrecho pasaje. Se cree que los antiguos habitantes del lugar efectuaban allí ocultamente ceremonias esotéricas con el fin de mantener vivas tradiciones milenarias.
El enigma del monolito de Pokotia, emblema de la civilización Pukara Divulguen a toda la humanidad la apertura del oráculo de Putaki. Se proclama que la estirpe de Putaki será estimada en el tiempo. Actúa justamente, de modo que el oráculo pueda divulgar la sabiduría. Aprecia el culto. Todos deben dar testimonio de la voluntad divina. El adivino interpretará la guía del oráculo, con el fin de anunciar las reglas que regirán a la humanidad. Los ciudadanos darán testimonio a favor del ser humano, que difundirá sabiduría y será ejemplo de carácter fuerte. En la parte frontal izquierda de la estatua hay otra inscripción que se interpreta así: El chamán proclama la inmensa importancia de este lugar, el poder de la divinidad, con el fin de entregar la sabiduría al hombre. Luego hay dos incisiones adicionales en la misma parte frontal: Oh, gran Putaki, hombre sabio y progenitor de muchas gentes. Y otra más: Jura dar testimonio de carácter y sabiduría. Da testimonio del poder de la divinidad, con el fin de reforzar tu carácter. En la mano del monolito estaría escrito, todavía según Winters: El oráculo de Putaki conduce al hombre a la verdad. Este oráculo precioso hará germinar la estima, ahora testimonia su fuga. En lo que respecta a la parte dorsal del monolito, hay varias interpretaciones. Según Clyde A. Winters, esta sería la traducción: La norma ideal es el oráculo. Este oráculo lleva al conocimiento de la voluntad divina. Distribuye a toda la humanidad la voluntad divina. Entiende el sentido de la voz perfecta. El oráculo esparcirá serenidad. Escuchen el oráculo, llamen al adivino. El adivino habla sabiamente. La voluntad divina será visible y destellante, saliendo de la boca del oráculo. Escuchen al adivino, escuchen el oráculo para poder adquirir sabiduría y carácter. Escuchen el oráculo para difundir la voluntad divina, siguiendo el Bien legítimo y justo. Invoca el alimento puro para el oráculo. Oh, oráculo, eres el testimonio de la pureza. Difundirás serenidad y sabiduría. El oráculo de Putaki es padre de la sabiduría y beneficio para todos. Se volverá un testimonio visible de la sabiduría y de la voluntad divina. Difundirás la voluntad divina y serás testimonio de su poder. Según Winters, por tanto, el monolito de Pokotia era un oráculo de nombre Putaki. En el tiempo en que Manco Capac y Mama Ocllo salieron de las aguas del lago Titicaca, apareció en el cielo una nueva estrella justo al lado de la Cruz del Sur. Sucesivamente, la estrella se hizo más pequeña y luego desapareció del cielo. Se veía sobre los montes en el horizonte entre dos montañas y comenzó a brillar el tercer día del cuarto mes. Según esta interpretación, por lo tanto, la parte dorsal del monolito relataría la explosión de una supernova, justo cuando la célebre leyenda de Manco Capac y Mama Ocllo contaba que ellos salieron, o bien, "nacieron" del lago Titicaca. La civilización neolítica de Çatal Hüyük
La arqueología tradicional hace coincidir el inicio de la llamada civilización con el período de los Sumerios, a partir de 3000 años antes de Cristo aproximadamente. Por lo general, uno de los argumentos que apoyan esta tesis es el uso de la escritura cuneiforme. En realidad, este tipo de escritura fue el resultado de una lenta evolución, la cual, partiendo de la representación pictográfica, fue desarrollando una nueva manera de expresar conceptos, ideas y sonidos. La concepción arqueológica tradicional considera a la neolítica una sociedad igualitaria, sin jerarquías, es decir, donde cada individuo tenía más o menos las mismas funciones. No obstante, la profundización en el estudio de la ciudadela de Çatal Hüyük demuestra que las estructuras fundamentales de las sociedades mesopotámicas del tercer milenio antes de Cristo no difieren de la sociedad de Çatal Hüyük del séptimo milenio antes de Cristo. En ambos casos se verifica que hay sepulcros adornados y refinados y otros modestos, lugares residenciales y otros destinados al culto. Las dos sociedades están basadas en la agricultura (trigo y cebada), en la ganadería bovina y en el comercio con las ciudades pertenecientes a la misma red. Ambas tienen muros de defensa y una clase guerrera cuya tarea es conquistar, someter e imponer tributos a los pueblos no aliados. Las únicas diferencias con las sociedades mesopotámicas fueron el uso de la escritura y de los metales.
En lo que respecta a la arquitectura, debe considerarse que en la ciudadela de Çatal Hüyük no existían calles. Cada unidad residencial estaba apoyada en la siguiente. Por lo general, las ventanas puestas en la parte más alta de las paredes garantizaban la iluminación. Cada casa tenía una altura diferente de las contiguas, y para desplazarse, los habitantes usaban escaleras de madera y caminaban por los techos. Los muertos eran inhumados bajo plataformas que normalmente se usaban como bases para dormir. La dieta del pueblo de Çatal Hüyük era abundante y variada. La base de su alimentación era la carne de res, pero tampoco faltaba la de cabra y ovinos. Además, se encontraron restos de cebada y trigo, nueces, uvas, pistacho y manzanas. En Çatal Hüyük se utilizaban muchos instrumentos con materiales que no había en la región, como por ejemplo la obsidiana, rastreable sólo en Accigol, a unos 200 km al noreste. Todo eso sugiere que hubo un considerable comercio con las ciudades pertenecientes a la misma red. Posiblemente, la obsidiana (útil para las puntas de las flechas) y otros objetos eran intercambiados por alimentos, ya que en Çatal Hüyük había en abundancia. Sin embargo, la ciudadela no era sólo un centro comercial, sino también un polo religioso. En los santuarios, cuya configuración no difiere de las casas convencionales, se hallaron estatuillas de la Diosa de la fertilidad, sepulcros más ricos y adornados, pinturas murales y bajorrelieves en yeso. La figura más representada es la Diosa madre, el corpulento símbolo de la fertilidad, en el acto de parir un toro o un ovino. El toro es el símbolo masculino, que no se representaba nunca bajo forma humana. En cuanto a las inhumaciones, tal como se había indicado, eran efectuadas bajo las plataformas usadas como base para las camas. Debe tenerse en cuenta que, seguramente, se enterraban los esqueletos de los difuntos sin sus partes blandas, destinadas a la putrefacción. Se llegó a estas conclusiones porque se encontraron muchos tejidos cerca a los restos óseos, y es altamente improbable que un tejido se conserve en un cuerpo en descomposición. Además, como en varias pinturas murales se distinguen con claridad los gallinazos devorando cadáveres sin cabeza, puede pensarse que el acto de descarnar era un episodio normal en el complejo ritual fúnebre. En los sepulcros más ricamente adornados, se encuentran, junto a los esqueletos de mujeres, espejos de obsidiana y varios objetos de cobre; mientras que al lado de los esqueletos de hombres se hallaron armas de hueso y piedra y restos de pelos de grandes felinos, usados a menudo en los rituales más importantes. Algunos estudios de antropología morfológica demostraron que la estatura media era de 170 cm para los hombres y 155 cm para las mujeres, mientras que la esperanza de vida era de unos 30 años. ¿Qué idioma hablaban los habitantes de Çatal Hüyük? En 1987, el arqueólogo Colin Renfrew desarrolló la hipótesis de que las lenguas indoeuropeas evolucionaron del nostrático entre los agricultores neolíticos del Medio Oriente. Esta tesis complementa la de la estudiosa Gimbutas, que identificó a las estepas de Asia central como el centro de irradiación de la lengua indoeuropea. Según el ilustre genetista Luigi Luca Cavalli Sforza, los pueblos de la estepa del 3000 a.C. (que dieron origen a la expansión aria en India y a varias expansiones hacia Europa) son con toda seguridad descendientes de los neolíticos del Medio Oriente. Según estas tesis, por consiguiente, los neolíticos de Çatal Hüyük hablaban una evolución del nostrático, o bien, un proto-indoeuropeo.
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Situación geográfica del yacimiento
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El lugar fue famoso rápidamente debido a su gran extensión y a la densa ocupación del asentamiento, como las pinturas espectaculares de los muros y las piezas encontradas en el interior se sus viviendas. Este yacimiento es uno de los mayores asentamientos neolíticos del Próximo Oriente, con una superficie de 13 hectáreas. Desde 1993 un equipo internacional de arqueólogos, bajo la dirección de Ian Hodder, ha estado realizando nuevas excavaciones |
Fue fundado aproximadamente en el 7000 a.C., creció rápidamente, y no tardó en transformase en un poblado rico y próspero. El asentamiento se extiende por dos colinas. Se compone de 15 metros de depósitos neolíticos, agrupados en 14 niveles arqueológicos. Los niveles comprendidos del II-VIII se datan en torno al VII M. a.C., y son contemporáneos al neolítico acerámico de Palestina (antiguo precerámico B). |
Fig. 1. Reconstrucción de la planta del yacimiento de Çatal Huyuk.
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La figura 1 muestra la reconstrucción del yacimientos, cuya población se estima entre de 5.000 y 6.000 personas. Sus casas estaban construidas tan juntas que debían entrar en cada casa mediante un agujero en la azotea.
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Los hallazgos hablan de la existencia de una agricultura avanzada. Los restos calcinados del asentamientos atestiguan que los cultivos básicos eran el trigo, la cebada y los guisantes. Aunque también aparecen restos de lentejas y algarrobo.
Figura 3: Reconstrucción de un "santuario" familiar en base a los dibujos de James Mellaart | Los cultivos se complementaron con productos procedentes de la recolección como: las manzanas, los pistachos, almecinas, almendras y bellotas. La fuente principal de carne era el ganados aunque parece que los animales salvajes eran también parte importante de su dieta, a juzgar por las pinturas de la paredes que representan escenas de caza de ciervos, de verraco y de onagros rojos. La cría de ganado era básica para la economía de los habitantes del poblado, aparecieron gran número de huesos de bovinos y muchos cuernos de bóvidos, auténticos o reproducidos en arcilla, usados como ornamentos en algunos edificios, influyendo en la vida religiosa y social de la comunidad. En el nivel VI se encontraron restos de lana que demuestra la domesticación de ovejas. |
La cría de ganado era básica para la economía de los habitantes del poblado, aparecieron gran número de huesos de bovinos y muchos cuernos de bóvidos, auténticos o reproducidos en arcilla, usados como ornamentos en algunos edificios, influyendo en la vida religiosa y social de la comunidad. En el nivel VI se encontraron restos de lana que demuestra la domesticación de ovejas.
Fig.4. Imagen de una capilla de Çatal, con restos de bucráneos usados como ornamento |
La mayoría de las materias primas debieron ser importadas y la aldea se convirtió en el centro de un complejo que negociaba, repartiendo en una amplia gama de artículos - madera, obsidiana, pedernal, cobre. Las puntas de flecha producidas sus artesanos, dagas del pedernal y obsidiana, piedra, arcilla cocida al horno y figuritas de piedra talladas, textiles, recipientes de madera y cerámica se transformaron en productos manufacturados con los que comerciar. Baratijas tales como cabezas y colgantes de cobre fundido o plomo también fueron producidas y exportadas. |
Caral sigue intrigando a especialistas...
La zona arqueológica en Perú es comparada con sitios como Mesopotamia y Egipto... Civilizaciones milenarias que tenían un conocimiento inusual de Astronomía y ritualesLos descubrimientos arqueológicos de Caral, ciudadela peruana con cinco mil años de antiguedad, siguen cautivando a los investigadores del mundo, que intentan desentrañar la forma de gobierno y organización de esa cultura prehispánica.
Una investigación de la arqueóloga Ruth Shady Solís, que trabaja en el Proyecto Especial Caral-Supe, consignó que hay evidencias que indican que esa ciudadela es comparable con sitios arqueológicos tan antiguos como Mesopotamia y Egipto.
Pero a diferencia de esas civilizaciones, que mantuvieron contactos e intercambiaron bienes y conocimientos, la cultura de Caral se desarrolló aisladamente de otras poblaciones de América, que alcanzarían el estadio de civilización recién mil 500 años después.
La ciudadela sagrada ya ha sido reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) , por constituir un hito trascendental en el proceso cultural andino.
Según Shady Solís, el sitio arqueológico representa el nacimiento de un sistema social, de manejo territorial y aprovechamiento de los recursos naturales que fortalecieron esta ciudadela, ubicada en el Valle de Supe, a 200 kilómetros al norte de Lima.
La investigadora indicó que el rasgo distintivo de la cultura Caral fue la fortaleza de su organización social, como un tejido de urdiembres y tramas constituidos por los representantes de los linajes o Ayllus, que eran la célula social básica.
La experta destacó, además, el manejo interregional de los recursos mediante el intercambio, la igualdad de género y el acceso de la mujer al manejo social y político-religioso.
Pero el precoz desarrollo de la civilización Caral, detalló Shady Solís, se debió a la complementariedad económica agro-pesquera, así como el trabajo en la producción de conocimientos y el intercambio interregional.
'Caral y otros 19 asentamientos de la cuenca del río Supe alcanzaron un gran prestigio en el mundo andino que perduró por más de mil años', indicó la investigadora.
Algunas de las contribuciones de Caral es la organización colectiva y la estructura dual, el trazado de geoglifos y líneas o la ubicación de monolitos relacionados con la astronomía y ceremonias rituales, que fueron replicadas 3.300 años después.
Estos son solo unos ejemplos de cientos de DESCUBRIMIENTOS IMPOSIBLES o TECNOLOGIA PERDIDA que son como una piedrita en el zapato para la ciencia oficial, llámense arqueólogos antropologos o historiadores:
++Vaso de plata y zinc decorado (100,000 años)
++Monumento de Yonaguni, bajo el mar de Japón (aprox. era glacial)
++Huellas con calzado (entre 300 y 600 millones de años)
++Vasija con escritura sumeria.. en Bolivia (los sumerios "aparecieron" hacia el 3,000 A.C.)
++Cráneo con orificio de proyectil (40,000 años)
++Huellas homínidas junto a la de dinosaurios (entre 120 y 130 millones de años)
++Nanotecnologia -Tecnología Microscópica- (entre 20,000 y 318,000 años)
++Martillo de hierro fundido con mango petrificado (unos 140 millones de años)
"El establecimiento científico tiende a rechazar, suprimir o IGNORAR EVIDENCIAS que están en conflicto con las teorías aceptadas, mientras denigra o persigue al mensajero...
(Encubrimientos Arqueológicos ¿Una trama para controlar la historia? http://www.bibliotecapleyades.net/arq...
"Hay censados unos 4.000 objetos que no deberían existir, que contradicen cuanto se ha dicho y escrito sobre la Historia de la Humanidad, y que tiran por tierra los dogmas científicos e históricos y obligan a los investigadores a mirar para otro lado y fingir no haber visto nada.
Los han datado, los han clasificado, pero ante los sorprendentes y alucinantes resultados que tales análisis han dado, estos malditos objetos que NO DEBERÍAN EXISTIR, y que sin embargo están ahí, se han guardado y no se ha hecho sobre ellos el menor comentario en los libros o en los foros científicos. Algunos de ellos han sido incluso destruidos, para ocultar su existencia. Destruidos sin contemplaciones por científicos intolerantes y dogmáticos.
Sin embargo, algunos de ellos están expuestos en museos, donde están clasificados como "objetos de culto", o bajo denominaciones genéricas y/o convencionales, tratando de hacerlos pasar desapercibidos en su verdadera significación, en su verdadera naturaleza. Maldición y pesadilla de arqueólogos e historiadores, estos objetos nos están indicando claramente que LAS COSAS (la Historia), NO SON COMO PARECEN, o como nos las han contado y que en el pasado ocurrieron determinados sucesos que se nos ocultan o se manipulan..."
El Rey Salomón tenía dos grandes flotas: Una marítima y otra aérea, y aunque de la primera se habla con frecuencia, nadie quiere saber nada de la segunda.
Los barcos de Salomón eran fabricados por el pueblo hebreo y tripulados por los fenicios. Utilizando los conocimientos obtenidos de "Dios", también construían y utilizaban unas naves aéreas llamados en aquel tiempo "carros aéreos" o "carros volantes".
Vienen descritos en algunos libros sagrados, y en algunos de estos escritos son muy explícitos a la hora de describir estos aparatos y su utilización. Su descripción no deja lugar a dudas, aunque siempre podemos recurrir a considerar que aquellas gentes hablaban simbólicamente o con mucha fantasía, si queremos evadir la interrogante que se nos presenta al leer esos pasajes sobre los viajes en los "carros volantes", y poder encajar la realidad con lo que hasta ahora se ha dicho de aquellos pueblos y de aquellas gentes.
En la Antiguedad parece que volar era algo mucho más corriente y frecuente de lo que nos imaginábamos.
Salomón, que estaba enamorado de la Reina de Saba, Maqueda, sólía visitarla con cierta frecuencia, al menos una vez al mes. Si hubiera utilizado medios convencionales, esta frecuencia de visitas hubiera resultado imposible, pues la distancia que los separaba necesitaba un viaje cuya duración sería de tres meses. ¿Cómo lo resolvía Salomón?. Pues utilizando un "carro volante", que reducía el tiempo de tres meses a tan sólo unas horas, (un día, dicen las Escrituras).
"El Rey y todos cuantos obedecían sus mandatos VOLARON en el carro sin enfermedades ni padecimientos, sin hambre ni sed, sin sudor ni fatiga y con él cubrieron en un día el recorrido de tres meses".
Salomón regaló a su amada "...las exquisiteces y riquezas más codiciadas, cautivadores trajes y todas las magnificencias deseables en el país de Etiopía, camellos y carros en número de seis mil, cargados con costosos y apetecibles utensilios, y un carro que PODÍA DESPLAZARSE POR EL AIRE, que él mismo había confeccionado con arreglo a la sabiduría que le confiriera Dios".
También el hijo de ambos, Menelik, regresó a Etiopía, con sus caballos, carros, sirvientes, etc. etc. en "carros voladores", que viajaban por el aire "como un águila cuando su cuerpo se desliza sobre el viento".
Podemos considerar que los antiguos eran unos mentirosos redomados, pero yo me inclino a pensar que había algo en el pasado que se nos está ocultando deliberadamente, por la causa o causas que sean.
Sin embargo es cierto que se utilizaban relatos sobre seres imaginarios, dentro de estas mismas escrituras, como son los djins, una especie de elementales relacionados con el viento y todo lo aéreo, y de los cuales tenía Salomón una buena colección, encerrados en botellas, y que podía utilizar a su antojo, como genios a su servicio. Si esto es simbólico o fantasioso, simbólico y/o fantasioso puede ser todo lo demás.
Por tanto, hay que ver todos estos relatos con prevención y con muchas dudas. Claro que, si seguimos rizando el rizo podemos preguntarnos: ¿Y si las "botellas" donde tenía encerrados a los genios del aire, es la forma primitiva de describir tubos o pequeños cohetes propulsores?. ¿Una turbina de un avión puede ser un "recipiente donde se encierra un genio poderoso, dominador de los cielos"?. Creo que así no acabaríamos nunca.
En caso de haber existido, ¿Habrá sobrevivido alguno de los carros volantes hasta nuestros días?. Si ha aparecido alguno desde luego lo mantienen en secreto, pues no conocemos ninguna noticia en ese sentido.
Sólo tenemos las referencias escritas en aquellos tiempos, pero nada más.
El nivel de evolución técnica de las civilizaciones que nos precedieron, y que vienen reflejadas en los textos de Historia o de Arqueología, es el que se nos indica, y es el que corresponde a ese grado de civilización.
Parece algo indiscutible.
El Museo del Cairo encierra algunos misterios, de los que no se cuenta nada en libros de historia, y que voy a comenzar a enumerar.
Junto a la sala de las momias, hay una vitrina en la que se expone un disco circular que se asemeja a la hélice de algún vehículo. Fue descubierta en la Mastaba de Sabu (100-3000 aC) , durante las excavaciones de Walter B. Emery en enero de 1936. Todo ello está al norte de Saqqara, a unos 1,7 kilómetros al norte del Paso de la Pirámide de Djoser.
Sabu fue un alto funcionario o administrador de una ciudad o una provincia, durante el reinado de la Dinastía I. El interior de la mastaba era una subestructura de siete habitaciones ubicadas en un hoyo a una profundidad de 2,55 metros en el sustrato de grava y roca caliza. Las habitaciones estaban separadas por paredes de ladrillo de barro negro.
En la primera sala se encontraron intactas paredes de barro con restos de yeso y un techo de planchas de madera. La sala se llenó con 96 navíos de cerámica, algunos de los cuales llevaban el nombre del rey Den y de Sabu.
En la segunda sala fueron encontrados huesos de buey y restos de cerámica. En la tercera sala había 71 naves sin impresiones. En la cuarta sala fue encontrada la habitación casi vacía; solo se encontraron fragmentos de vasos de piedra y cerámica. La quinta sala era la sala funeraria. Contenía los restos de Sabu, y ésta fue la primera vez que un noble de la Dinastía I se encontró en la posición que originariamente se había colocado en el momento del entierro. Lo malo es que su tumba fue saqueada en algún momento de su historia.
Los objetos que se encontraron eran de cobre, sílex, 77 barcos de cerámica, cajas de marfil, huesos, flechas, piedras y vasos. Fueron encontrados, además, 48 navíos de piedra en la cámara funeraria, aunque estaban rotos.
Sobre una de las barcas se encontró un disco, junto a los sellos del rey Anedjib. El disco o hélice tiene un diámetro de 61 centímetros y una altura de 10, según las mediciones de Emery, con un tubo de casi 10 centímetros de diámetro en el centro. Emery sugirió que el artefacto podría haber sido tallado como imitación de una parte del navío, con un agujero central que originalmente fue diseñado para encajar en un pedestal. Fue tallado en esquisto, un mineral tan fuerte como el cemento y que se usaba en la construcción.
William Kay sugirió que la hélice formaba parte de un ritual como lámpara de aceite con mechas. Curiosa interpretación. Dentro de la típica política de los arqueólogos y egiptólogos oficialistas, este objeto no es más que una bandeja o el pedestal de algún candelabro.
Ahora bien, si fue encontrado junto a un navío parecería lo que es, una hélice, o algún sistema de refrigeración de algo. ¿Pero de qué?
Pero los sustos no se acaban aquí. Ahora sí, expuesto a la vista de todos, aunque estuvo mucho tiempo en los sótanos del museo, en una de las vitrinas se observa el llamado "Planeador de Saqqara", un objeto hallado en una tumba de la antigua ciudad egipcia de Saqqara que parece un avión en miniatura aerodinámico, tallado en madera.
Clasificado como "objeto de culto" por sus descubridores, este artefacto podría considerarse un "oopart", un objeto imposible que no debería estar ahí. Su forma aerodinámica y sus detalles lo hacen parecer similar a un planeador moderno, lo que da lugar a especulaciones sobre la verdadera tecnología del antiguo Egipto.
Dado que el aeroplano era un artefacto aún desconocido en la época del hallazgo, esta pieza fue archivada en una caja que se etiquetó como "modelo de madera de un pájaro". Luego quedó almacenada en los subsuelos del museo de El Cairo. Fue redescubierta por el Dr. Khalil Messiha, cuando estudiaba modelos hechos por los antiguos egipcios. El descubrimiento fue considerado tan importante por el gobierno egipcio, que se estableció un comité especial de científicos para estudiarlo. Como resultado de sus hallazgos, se instaló una muestra especial en el hall central del museo, con el pequeño modelo de madera como pieza central. Fue etiquetado como "modelo de aeroplano".
Para dilucidar las razones de la decisión del comité, sin precedentes en el campo de la arqueología, debemos considerar algunos aspectos del modelo. Tiene las proporciones exactas de una forma muy avanzada de "planeador a motor". Este tipo de planeador tiene las alas invertidas, lo que se llama un ala "Reversedihedral". Un tipo similar de alas curvadas se utilizó en el Concorde, y son ellas las que le dan a este avión un máximo de capacidad de elevación sin frenarlo.
Ahora bien, para probar la teoría del vuelo, Martin Gregorie, constructor y diseñador de planeadores de vuelo libre, construyó una maqueta a partir del Planeador de Saqqara para intentar probar sus posibilidades de planeo. Este alegaría, en sus conclusiones, que el Planeador de Saqqara nunca voló, al ser totalmente inestable y al no disponer de un estabilizador. El modelo pudiera ser una veleta, ya que apunta directamente y de manera constante con el viento, y no gira de un lado a otro. Martin Gregorie concluiría que el aparato no es otra cosa que un juguete o la citada veleta.
No obstante, el Dr. Kahlil Messiha construyó otro modelo para probar su eficacia aerodinámica. Su modelo era seis veces más grande que el original y le colocó un estabilizador horizontal. Con estas modificaciones significativas, Messiha pudo hacer volar su modelo.
Las sorpresas no se acaban ahí. Uno de los sarcófagos, escondido en unos de los rincones del museo, muestra unos increíbles agujeros de 20 centímetros de diámetro, totalmente circulares y que traspasan de parte a parte los asideros del sepulcro de piedra. Uno se queda estupefacto pensando en si será cierto que los antiguos egipcios disponían de enormes taladros mecánicos. Es más, estos mismos agujeros de broca los volvimos a ver en el templo de Karnak, días más tarde, junto a unos cortes de sierra totalmente rectos, en algunos de los bloques del tabernáculo.
Vamos a ver posibles explicaciones racionales, que afirman este particular, basándonos en las explicaciones de los egiptólogos, pues dicen estos que los sarcófagos y obeliscos de diorita fueron modelados con herramientas de cobre. ¿Cómo pudieron los egipcios trabajar cantos como la diorita, cuya dureza está un punto por debajo de la del diamante?
La verdad es que existen dioritas relativamente blandas y otras más duras y ricas en cuarzo. Las dioritas, al igual que los granitos, son rocas volcánicas (magmáticas) y guardan un parecido con estos, encontrándose siempre su dureza por debajo del siete en la escala de Mohs (cabe recordar que en esta escala el siete es el cuarzo). Pues bien, el sarcófago del museo tampoco está compuesto por diorita, sino por granito.
Actualmente se manejan distintas escalas de dureza y cada una tiene su propio ensayo y definición (las de Brinell, Knoop y sobretodo las de Vicker y Rockwell), pero la más famosa es precisamente la peor y la que encima suele tratarse como única: la escala de Mohs, que compara 10 minerales de dureza creciente, pone al talco en el 1 y al diamante en el 10; dando la falsa impresión de que éste es sólo 10 veces más duro que el talco, cuando en realidad lo sería más de 36 veces.
Aun con todo, ¿cómo fue posible esculpir en materiales duros estatuas tan perfectas como las del antiguo Egipto con herramientas de cobre?
Rocas del tipo diorita-granito, junto con calizas como el mármol y otras, han sido elegidas desde la antigüedad para la realización de esculturas, por su belleza y por su facilidad para "saltar en pedazos". La fragilidad de estas rocas puede ser una ventaja para un buen artista, que con maestría las modela sin que se desmoronen. Y un cincel de cobre es una herramienta perfectamente útil para este fin, aunque otros metales puedan resultar mejores. El cincel tiene como misión principal el comunicar el impacto a la roca, que producido en el lugar oportuno (sólo con las vibraciones no controladas se podría destruir por completo la roca más dura), hace que se desprendan los trozos que el escultor desea eliminar. No importa demasiado que el cincel sea blando, es hasta necesario si se quiere alisar una superficie, eliminando los salientes con cuidado y sin rayarla.
El proceso de elaboración en la piedra, parece ser que se realizaba de la siguiente forma. La primera fase se realizaba en la misma cantera, en ella se perfilaba la forma aproximada. Esta fase era quizá la más peligrosa, ya que al martillearlas algunas se quebraban y terminaban siendo abandonadas allí mismo. Después se refinaban a mazo y cincel. El trabajo más delicado de los detalles era elaborado mediante raspado, normalmente con una azuela, para terminar con el pulimentado con arena o polvo de rocas igual o más duras (la cuarcita por ejemplo), aplicado mediante frotamiento con cuero.
Al pulimentarla, por muy dura que sea una roca, siempre se puede obtener polvo de esa misma roca y utilizarlo. Además al aplicarlo, se obtiene más polvo y más fino, con lo que a medida que trabajaban, obtenían mucha más y mejor materia prima para proseguir con el pulimentado hasta dejarlo, como se suele decir, "a punto de espejo".
Existían multitud de tipos de taladros, de innumerables formas y tamaños. Cierto, aunque parezca todo lo contrario, los egipcios conocían las brocas.
La herramienta era tan común y utilizada desde las primeras dinastías que hasta palabras como arte (hemet), artesanía, artesanos y muchas otras, estaban constituidas por el signo de la barrena (berbiquí o taladro). Algunas de estas formas están representadas en la escritura jeroglífica, en las palabras de los dioses. Es curioso que leyendo el libro "El enigma de la piedra", un egiptólogo como Christian Jacq, asegure que hay ideogramas de los jeroglíficos que no sabe lo que simbolizan, y muestra como ejemplo un símbolo que parece un taladro.
Pues bien, había taladros para rocas, para agujerar cuentas de collares de perlas, para hacer fuego e incluso vasos de piedra u otras aplicaciones. Con los pequeños taladros se utilizaba una especie de arco para hacerlos girar a gran velocidad de forma cómoda.
Los taladros de cobre eran "impregnados" del agente abrasivo (por ejemplo polvo rico en cuarzo depositado sobre la roca a taladrar), y tanto éste, como la forma y tamaño finales, dependían del destino que se les diera. Para taladrar también se mojaban en aceite o grasas, lo cual facilitaba enormemente el trabajo.
¿Cómo puede penetrar el taladro tan rápido en una roca tan dura, a veces hasta 2 milímetros por vuelta, como aseguran algunos investigadores?
La respuesta es simple, no es cierto que penetraran hasta 2 milímetros por vuelta. En las pruebas recogidas hasta la fecha se muestra que las marcas no son totalmente paralelas, que empiezan y terminan de forma aleatoria, ya que el tamaño de los surcos depende sólo del tamaño de grano del abrasivo (normalmente polvo de cuarcita). Cuando unos se rompían o desgastaban, entraban en acción otros (de ahí que los surcos tengan principio y fin, sean desiguales en tamaño y no sean realmente paralelos siempre). Lo que las penetraba era esencialmente el cuarzo contenido en cualquiera de las rocas trituradas empleadas como abrasivo. También se ha demostrado en los ensayos experimentales que esas marcas aumentan cuando se usan aceites o grasas a la vez; es decir, los taladros se lubricaban también. Sin lubricación las marcas son mucho más pequeñas, por tanto, más rozamiento trituraba el abrasivo y el agujero quedaba más suave, pero destruía más rápidamente el taladro.
Para muestra un botón, así que lo mejor será que el lector busque los ideogramas o jeroglíficos que representan a los taladros. Es más, existen representaciones de trabajadores egipcios usando taladros gigantes en las paredes de los templos. Vamos, que sí existieron los taladros y las brocas. Falta únicamente saber si estos se manejaban mediante algún ingenio manual o bien estaban conectados a alguna especie de batería rudimentaria.
La verdad es que, a medida que uno se adentra en el Egipto faraónico, la idea de algún tipo de electricidad primaria no parece tan descabellada. Larry Brian Radka, en su obra "The Electric Mirror of the Pharos Lighthouse" demuestra que la cantidad de combustible que se necesitaría para encender el famoso faro de la isla de Faros, o sea el Faro de Alejandría, no se hubiera conseguido ni reuniendo todo el carburante de Egipto. E importarlo habría resultado prohibitivo económicamente. Radka sostiene que el faro debía estar provisto de una lámpara con un arco entre electrodos de carbón, donde una simple chispa eléctrica saltaba entre los extremos afilados de unas barras cargadas con positivo y negativo, produciendo una luz intensa y cegadora. Radka asegura que la fuente debía ser una pila de líquido, conocida como pila de Lalande en el siglo XIX, realizada a base de vidrio, cobre, mercurio y lejía. Si se juntaban varias baterías de este tipo, en serie, bastaría para suministrar el voltaje adecuado y la corriente necesaria para alimentar un faro. Científicamente hablando, este tipo de pila no requiere fuentes energéticas externas, sino que basta con reemplazar componentes internos, cuando se gastan, para retomar su rendimiento.
En la obra "Edipo Egipcíaco" escrita por el padre jesuita Atasnasio Kirchner en el 1565, describe parte de un documento hindú con los pasos para construir una batería eléctrica. Aquí se lee lo siguiente: "Colocar una plancha de cobre bien limpia, una vasija de barro, cubrirlo con sulfato de cobre, y luego cubrirlo todo con serrín húmedo, para evitar la polarización. Después poner una capa de mercurio amalgamado con zinc encima del serrín húmedo. El contacto producirá una energía por el doble nombre de Mitra-Varuna. Se dice que una cadena de cien vasijas de este tipo proporciona una fuerza muy activa y eficaz". También Plutarco observa en el Templo de Júpiter-Amón una "lampara perpetua" y así lo escribió en el Siglo I.
Podría parecer absurda esta teoría, si no fuera porque en Oriente Próximo se descubrió la llamada Pila de Bagdad, por parte del arqueólogo Wilhelm Koening, en 1938, en Khujut Rabu, a las afueras de Bagdad (de ahí el nombre heredado por el ingenio). La tinaja de loza que encontró estaba dotada de un tapón de asfalto, atravesado por una barra de hierro, con la sección inferior interna rodeada de un cilindro de cobre. Determinados zumos, hacían que esta pila generara voltaje. Incluso Arne Eggebrecht, un científico alemán, consiguió realizar galvanizaciones, al aplicar una pequeña corriente eléctrica, a partir de una pila de Lalande, para derretir y adherir una fina capa de algún metal, como el oro, sobre la superficie de otro, como la plata. Y ahora viene lo curioso: las joyas que se encontraron en la tumba de Tutankamon, y que vimos expuestas en una de las salas del Museo del Cairo. Lo extraño es que nadie se haya preguntado cómo es que hay un galvanizado electrolítico en las joyas de este faraón, cuando es imposible unir el oro y la plata, si no es con este método. Es más, algunas de las estatuas macizas de oro de esta época, se ha demostrado que en realidad sólo llevaban un baño de oro, lo que indica el uso de esta tecnología.
Que los antiguos egipcios conocían la electricidad y la aplicaban, no hay duda. La Pila de Bagdad parece ser la reminiscencia de un pasado remoto, en unos tiempos olvidados en la que la tecnología era mucho más avanzada. El Faro de Alejandría, curiosamente, tenía una altura de 280 codos reales del antiguo reino, la misma altura que la Gran Pirámide, construidas ambas con los mismos principios de geometría sagrada.
Los llamados "Textos de las Pirámides" mencionan constantemente "luces que nunca se apagan". Christian Jacq, en una de sus obras, alude a ellas y apunta a que los egipcios desconocían cómo funcionaban estas lámparas, pues no se recargaban como los candiles. Los antiguos egipcios afirmaban, sin rubor, que las lámparas habían sido un regalo de los dioses.
Las lámparas, como no podía ser de otra manera, aparecen en el templo de Dendera. Nuestro grupo las vio en los subterráneos del templo, un lugar en el que apenas se puede respirar, y al que debes descender mediante unas escaleras de madera, totalmente precarias. También se podían apreciar en algunas marquesinas, en los techos. El mismo tejado, al que no pudimos subir, por estar protegido por vigilancia, cuenta con una serie de canales o pozos con restos de sustancias de los compuestos de las mencionadas pilas.
En los documentos de Deir El Medina, los que hacen referencia a la contabilidad diaria de todo el instrumental utilizado durante cada jornada de trabajo en la construcción y decoración de las tumba de los reyes, se hace especial hincapié en la necesidad de llevar a cabo una contabilidad estricta de las lámparas utilizadas diariamente en el trabajo. El sentido plural del término hace entender que eran varias las que se gastaban en un día y el balance exacto de las mismas, llevado a cabo por los escribas y los oficiales. Eso quiere decir que estas lámparas no eran candiles, y que se tenía mucho cuidado de las mismas.
El célebre templo de Dendera, consagrado a la diosa Hathor, como hemos dicho, conserva estas bombillas en sus paredes. Las imágenes esculpidas sobre la pared muestran dos individuos enfrentados. Cada uno de ellos carga con una especie de cristal de vidrio, en cuyo interior se observa una serpiente, que nace de una flor de loto. Uno de los tallos o cable va a dar a una caja o batería. En otro lugar del mismo templo de Dendera se repiten las bombillas, pero con la particularidad de que, en esta ocasión, son vigiladas por unos babuinos.
La flor de loto que aparece en la base de las "bombillas" es interpretada como luz. Desde el punto de vista simbólico, en el antiguo Egipto la flor de loto, seshen, debe ser entendida como una alegoría del sol y de la creación. La serpiente que aparece en el interior de estas bombillas pudiera ser el símbolo de la energía por antonomasia, aunque se sabe que la serpiente, Apofhis, era el símbolo del mal y que su ocupación habitual se centraba en hacer la vida imposible al dios sol Ra, para impedir que cada mañana lograra volver a iluminar la tierra de Egipto. Por lo tanto, su lugar de operaciones era la noche; las doce horas que tardaba el sol en aparecer otra vez sobre el horizonte. Uno de los integrante sdel equipo, César, me hace saber que la serpiente, en simbología esotérica, tiene la connotación de sabiduría, que también se requiere para minpular cargas eléctricas.
Lo que sí es seguro es que uno de los símbolos, que hay junto a la entrada a sala del zodíaco de Dendera, contiene dos de estas bombillas, y que una de ellas parece estar conectada a una jarra o tal vez a una de estas pilas. Cuando le pregunté por ello a un entendido, éste me respondió que era agua volcada desde una jarra. Ahora bien, es cierto que ese símbolo representa el agua, pero hay dos marcas quebradas en lugar de una, como si se tratara del positivo y el negativo de dos cables. Y también es cierto que ese símbolo significa "energía" para los antiguos egipcios.
¿Todas estas pruebas no bastan a los escépticos? ¿Todavía puede haber alguien que dude de algún tipo de electricidad básica en el Egipto faraónico? En el mismo Museo del Cairo se puede ver una barcaza o arca de la alianza, una de las muchas que usaron los egipcios, como si se tratara de pilas transportables. Tengo mi propia teoría sobre el arca de la alianza de los judíos, ya que Moisés, no olvidemos, fue egipcio. Quizás algún día me atreva a seguir investigando sobre ello para demostrar que el arca perdida no era otra cosa que una batería.
Las sorpresas no terminaron aquí. El viaje a Egipto sólo acababa de empezar.
Ahora bien, todas estas cosas de las que hablamos nos están diciendo que existe una tecnología paralela a la de esos pueblos, residuos tal vez de una era anterior, cuyos conocimientos de utilización, (y en ocasiones de construcción), han llegado hasta ellos. ¿A través de los dioses?.
¿Supervivientes de civilizaciones anteriores?.
No es necesario volver a hablar de los vimanas, que son "carros volantes" de los "dioses", que podrían ser seres de civilizaciones anteriores y no necesariamente extraterrestres, aunque los libros sagrados se empeñan en establecer su origen "en los cielos". ¿Pudieron exiliarse a otros mundos los supervivientes de estas civilizaciones anteriores a la nuestra, ante una catástrofe que les obligase a ello?. ¿O tendremos que aceptar, por mucho que nos resistamos a ello, la Hipótesis Extraterrestre?.
De momento sólo están esos objetos, mudos testigos de una tecnología superior, que no encajan ni en el lugar ni en el tiempo donde se encuentran.
Otros de los objetos "incómodos" lo constituyen las lentes, que se consideran un avance relativamente reciente.
Las referencias que se tienen sobre la invención de las lentes, señalan a un vidriero que se dedicaba a hacer vidrios para ventanas y discos, aunque mucha gente se inclina por el fraile dominico Alessandro della Spina, en el año de 1285. De las gafas, como tales, no se habla hasta el año de 1300.
Sin embargo, y como sucede con casi todo, hay que revisar estos registros, máxime cuando existen piezas en museos que confirman una antiguedad mucho mayor para estos objetos, y que no son rechazados por arqueólogos ni historiadores, pues ellos mismos nos hablan de lo qué son y cuándo e incluso cómo y por quién fueron construidas.
En unas excavaciones en Nínive fue encontrada una lente en el siglo XIV, por un arqueólogo llamado Sir Austin Henry Layard, (por lo que se le puso el nombre de lente Layard).
Esta lente plano convexa está tallada en un cristal de roca, siguiendo una forma anular que actualmente se utiliza para corregir el astigmatismo. Es ligeramente elipsoide, con un grosor de 5 mm. y tiene el tamaño de la órbita ocular, pero esto no significa nada, pues puede ser coincidencia.
Es históricamente la lente más antigua de la que se tiene noticia.
Existen muchas lentes antiguas, y el descubridor de la ciudad de Troya, H. Schliemann encontró en esa ciudad una colección de cuarenta lentes de unos 4.000 años de antiguedad. Los escépticos no admiten que sean lentes y las califican como fichas de juego.
Pitágoras hablaba de "algo que ayudaba a la vista", llamado DIOPTRA, y que parece que se trataba de un teodolito, aparato óptico topográfico.
Algunos investigadores afirman que los avanzados conocimientos astronómicos que se tenían en algunos pueblos de la Antiguedad, como por ejemplo en Mesopotamia, sólo podrían explicarse si se utilizaron lentes en la observación del cielo, lo que llevaría a considerar a Galileo no como inventor, sino como re-inventor.
Lo que sí es seguro es el empleo frecuente de lupas como "encendedores".
Como "encendedores" se emplearon por parte de griegos, romanos y árabes unas esferas llenas de agua, que producían ese efecto de lupa.
Confucio, allá por el siglo VI a.C. habla de un zapatero que usaba vidrios en los ojos, y se dice que los cartagineses utilizaron las lentes militarmente, como catalejos.
Pero en lo que se refiere al trabajo sobre cristal, sea éste de roca o artificial, lo que verdaderamente me parecen objetos verdaderamente extraños y producto de una, al parecer, alta tecnología, lo constituye algo que trae de cabeza a todos los investigadores: Las calaveras de cristal, sobre las cuales se han dado multitud de opiniones para todos los gustos.
La más famosa es el llamado "Cráneo del Destino", elaborada en cristal de roca a tamaño natural, con un peso de 5 kilogramos, encontrada en las ruinas de un templo maya, en Belice.
Es la reproducción exacta de un cráneo humano, con la mandíbula articulada.
Según los análisis de la Compañía Hewlett Packard, está hecha con cuarzo natural purísimo, de dióxido de silicio piezoeléctrico.
No se le nota señal alguna, sobre su superficie, de instrumento de fabricación, ni siquiera observándola a través de un microscopio.
Con una tecnología actual, y utilizando como materia de corte el diamante, se necesitaría un año de trabajo, pero se notarían huellas de su fabricación, mientras que en este cráneo no se advierten. Es de una perfección total.
Si hubiese sido hecha manualmente por artesanos mayas, hubieran necesitado 300 años de trabajo continuo.
Ha sido imposible establecer una datación de su construcción pues el cristal no envejece.
Una leyenda maya dice que: "Cuando las 13 calaveras estén reunidas, revelarán el secreto de la vida a los seres humanos.
Según la tradición maya, las calaveras de cristal les fueron entregadas a ellos por los atlantes, los cuales las habrían recibido, a su vez, de seres "celestiales".
Otras calaveras están en manos de particulares o en museos, como el British Museum, que realizó análisis sobre algunas calaveras, pero se niega en redondo a revelar los resultados ni tampoco explica el porqué, acrecentando el misterio sobre el tema.
Hace unos setenta años, una joven americana fue a visitar a sus parientes en la pequeña villa de Chihuahua, en México.
Paseando por el interior de una caverna encontró un esqueleto del tamaño de un niño/a, cubierto de suciedad. Después de limpiar el esqueleto, la sorpresa que se llevó la joven fue mayúscula, pues el cráneo era totalmente diferente a un cráneo humano, tal como lo conocemos.
Nuestra protagonista guardó el esqueleto y nunca, a lo largo de toda su vida, se lo enseñó a nadie. Sólo después de muerta el secreto fue revelado a los especialistas.
Los científicos llegaron a una estremecedora conclusión: El esqueleto parecía ser el resultado de un cruce de un ser humano con...¿un extraterrestre?.
A pesar del tamaño infantil, los dientes y los huesos del cráneo son de un adulto de unos veinticinco años. Las diferencias no terminan ahí: Las cavidades de los ojos y la nariz son muy grandes y el maxilar es minúsculo.
Parece pertenecer a una mujer. Los habitantes de la región de Chihuahua cuentan historias fantásticas sobre seres del espacio que embarazaban a las mujeres hace cerca de doscientos años.
Según cuentan, los E.T,s dejaban que sus hijos creciesen hasta los seis años con sus madres, regresando ellos entonces, para llevárselos.
No es la primera vez que oigo historias de supuestas hibridaciones entre humanos y E.Ts, pero esta historia me ha llamado la atención, y tal como la leí os la envío. En este caso concreto, la madre se ocultaría con su hija, impidiendo que se la llevase.
Entre los objetos malditos, (les llamo malditos porque los arqueólogos e historiadores en general los maldicen, pues van contra todo lo establecido), cuya datación les coloca en una época anterior a la aparición del ser humano, se habla de unas misteriosas esferas metálicas, encontradas en una mina sudafricana.
Hoy día se guardan en el Museo de Klerksdorp, y de ellas el Director del citado Museo no se explica su existencia pues, según sus propias palabras:
"Parecen artificiales, pero el estrato de roca donde fueron halladas corresponde a una era en la que no existía forma de vida inteligente.
Jamás he visto nada semejante".
Sin embargo ni él, ni ningún científico quiere reconocer la posible existencia de humanidades anteriores a la nuestra. No entiendo el motivo, pues no se trata de negar nuestra existencia tal como se nos ha explicado siempre, (si bien habría que modificar algunas cosas), sino añadir la posible realidad de esas otras civilizaciones.
Los depósitos donde se encontraron las esferas se formaron por sedimentación hace 2.800 millones de años. El mineral de esos depósitos es bastante blando, sin embargo las esferas son de una dureza extrema, y ni siquiera el acero las puede rayar, lo que desmiente que las esferas sean un agregado de limonita, mineral férrico que sería demasiado blando en comparación con la dureza de su composición, y con el cual se ha tratado de explicar la formación de las esferas.
Una de estas esferas tiene un rayado en su parte central, lo que confirma su elaboración por seres humanos.
Hablando de metales "raros", en la India, en Delhi, existe una columna que presenta también muchos interrogantes en cuanto a su fabricación y a su composición. Su nombre es Kumulu, y es de hierro puro. Tal vez por esa pureza se ha mantenido libre de óxido pese a su antiguedad, y a estar sometida a torrenciales lluvias. El hierro actual se oxida enseguida.
Esta antiguedad se calcula que podría ser del siglo IV, por un epitafio que tiene grabado en su base, dedicado al rey Chandragupta II, muerto en el año 413 d.C., pero muchos consideran que puede ser más antigua y realizada por metalúrgicos de los cuales se desconoce todo.
Está lisa y brillante, como si acabaran de darle brillo, si bien las numerosas manos que la tocan hacen que en su parte inferior estén apareciendo unas extrañas manchas blancas.
Lo más curioso de esta columna es que está hecha con muchas pequeñas piezas soldadas entre sí.
Sin embargo, a veces, los misterios caen por sí mismos y dejan de ser tales. Como ejemplo tenemos el "Objeto de Coso".
Este objeto fue encontrado en el interior de una geoda de arcilla endurecida y trozos de conchas fosilizadas, con dos cosas curiosas: Un clavo y una arandela. Dentro de la geoda, un cilindro de cerámica, cogido por un manguito de madera petrificada de forma hexagonal.
Unos trozos de cobre separan las dos piezas. Una varilla metálica se halla en el centro del cilindro.
Después de haber sido expuesto durante un tiempo, alguien lo compró por 25.000 dólares.
Se consideraba uno de los objetos malditos, hasta que se descubrió que se trataba de una bujía de automóvil, del año 1920, aproximadamente.
La geoda, en sí misma, jamás fue examinada o analizada por un/a geólogo/a, que es lo primero que se debería haber hecho.
Este objeto fue descubierto en 1961 por Wallace Lane, Virginia Maxey y Nike Mikesell, al decir de los historiadores de estos temas, y lo identificaron en principio con un condensador.
Sin embargo, parece ser una vulgar bujía marca "Champion", y su grado de corrosión es el que cabe esperar en una bujía de ese año.
Los coleccionistas y especialistas en automóviles antiguos coinciden en señalar que esta bujía perteneció a un motor Ford, Modelo T o A.
Es conveniente, por tanto, ser cautos con estas cosas, y siempre deben pasar por las manos de especialistas que los fechen correctamente, antes de establecer cualquier hipótesis que pudiera ser errónea.
No sólo debe analizarse el depósito de sedimentación donde se encuentre un objeto, sino el objeto en sí mismo, aunque no soy especialista en estos temas.
Uno de los objetos malditos más conocidos y más sorprendentes, que los arqueólogos e historiadores desearían que no hubiese existido jamás lo constituye un artefacto, llamado "El Mecanismo de Antikitera".
EL LABERINTO CÓSMICO DE CHARTRES
El Laberinto de ChartresEste es el más famoso de los laberintos medievales, y uno de los que se encuentra mejor conservado en la actualidad, aunque la imagen original del Minotauro central hace mucho fue eliminada - como en otros laberintos de su época - En la Edad Media se lo llamaba "la legua de Jerusalén", en referencia a los que lo recorrían descalzos o de rodillas como sustituto del viaje a Tierra Santa, aunque en su más amplio sentido se aludía a la Jerusalén Celestial por venir del Apocalipsis.
En efecto: en los umbrales izquierdo y derecho del Pórtico Real de Chartres pueden admirarse la dormición y la Asunción de la Virgen a los cielos. Si el laberinto era, como sospechaba ya, una metáfora del firmamento, ¿no aludiría ese efecto óptico de las tres de la tarde a la Asunción de la Virgen y su viaje al reino celestial?
¿Acaso no fue Chartres el primer gran templo cristiano dedicado a Nuestra Señora? ¿Y no sería ese reflejo sobre el suelo, diario, constante, el fruto del ingenio de algún astrónomo colosal de la Edad Media?
La Catedral de Chartres se encuentra sobre una colina prehistórica que ya había visto incendiarse cinco templos católicos previos sobre un antiguo sitio de culto druida, encima de una gruta subterránea. Las mediciones han detectado, en su laberinto – construido en 1235 - la confluencia de cinco corrientes subterráneas, más una falla, más unas inusuales rejillas de líneas dobles de radiación de oro y líneas dobles de radiación de plata, siendo su centro el punto de más alta vibración. En su diseño circular, el laberinto de Chartres sigue la tradición del laberinto de Otfrid de 11 galerías, en un trayecto de aproximadamente 260 metros de longitud y un diámetro de trece metros, el que era recorrido por los peregrinantes de rodillas, de la periferia al centro, cuadrante por cuadrante, en poco más de una hora. Se dice que esta longitud sería la misma que la recorrida por Cristo entre el juicio y el monte Gólgota.
En la pared occidental al laberinto de Chartres se encuentra un rosetón de vidrieras multicolores, y bajo él, vidrieras ojivales, por donde se proyecta la luz al laberinto. En la vidriera central, una imagen de la Virgen es proyectada al centro del laberinto todos los años el día 22 de Agosto, día que correspondería al 15 de Agosto del calendario juliano medieval, fecha en la que se conmemora la Asunción de la Virgen. Desde el centro del laberinto a la base de esta pared hay 31,75 mt., la misma distancia que hay entre el primer punto y el centro del rosetón, y entre el laberinto y la puerta de la fachada. El laberinto y el rosetón tendrían el mismo diámetro. En el laberinto original de Chartres, al igual que en el de las catedrales de Reims y Amiens, se cree que se encontraban inscritos los nombres de sus maestros constructores, constituyendo así, además, una suerte de sello espiritual de la catedral.
En las catedrales góticas, las proporciones de las estructuras y la disposición de las ornamentaciones forman una unidad orgánica de definidas interacciones, deliberadamente creadas por sus maestros constructores, quienes decían que durante la quietud nocturna las proporciones del recinto recogían del cosmos las palabras de Dios –vibraciones superiores - para ser regaladas durante el día a los visitantes.
El laberinto de Chartres, como punto de máxima potencia dentro de la catedral, facilitaba la transformación íntima de quienes lo recorrían, al elevar su vibración energética, y por lo tanto su nivel de consciencia. Así, mientras el feligrés hacía el ritual de penitencia, o peregrinaba simbólicamente a Jerusalén, era posible que – sin advertirlo - elevara su vibración despojándose en el camino de lo más tosco y armonizándose por resonancia con octavas más sutiles en esta verdadera espiral magnética de contacto potencial entre lo profundo de la tierra – las fuerzas telúricas concentradas - y lo infinito del cielo. El laberinto de Chartres es un lugar de poder multidimensional dentro de un recinto sagrado, instituido por centurias de culto superpuestos.
El corazón se me aceleró. Faltaban sólo unos días para el 15 de agosto, fiesta de la Asunción. Entonces se me planteó una duda que me electrizó. La Virgen de la mandorla no alcanzaba por poco el corazón del laberinto, pero ¿lo haría precisamente ese señaladísimo día del año? ¿Sería ése, y no otro, el verdadero "milagro de la luz" de Chartres?
EL SECRETO DE CHARTRES
Tuvo que pasar un tiempo hasta que pude comprobar si mis sospechas eran acertadas. Me llevé los datos de esas observaciones a casa y, tras calcular que el 15 de agosto el reflejo de la vidriera tampoco alcanzaría el centro del laberinto, me olvidé del asunto. Sólo la confirmación de que los dos cetros en las manos de la Señora significaban que había sido representada como reina del cielo y la tierra consolaron en parte mis desvelos. Esa imagen era, sin lugar a dudas, toda una metáfora cósmica.
Pero es que, como Charpentier en 1965, también yo disfruté de mi dosis de suerte.
Aunque tardé en conocerlo, un estudio realizado doce años antes de mi visita por dos expertos en arte había recogido parcialmente este asunto. Y no sólo eso: también había dado con una respuesta muy ingeniosa al "milagro lumínico" que había presenciado. Su trabajo cayó en mis manos de un modo peculiar, en una vieja librería de Londres, en el invierno de 2006.
El estudio en cuestión era obra de John y Odette Ketley-Laporte y había sido publicado en 1992 por un pequeño editor de Chartres. Basándose en sus observaciones del "prodigio de mediodía", descubrieron que el reflejo de la magnífica Señora de la mandorla azul alcanza el centro del laberinto cada 22 de agosto hacia las tres de la tarde. En esa fecha y esa hora la imagen de la Virgen suspendida en su vidriera a 31 m de altura recorre inexorable la distancia idéntica que la separa del laberinto. Es un milagro... geométrico.
22 de agosto. Anoté la fecha con cuidado.
Si hubiera sido el 15 de agosto, todo habría encajado a la perfección. Pero era el 22. Y, aunque el calendario litúrgico católico conmemora ese día la festividad de Santa María Reina de los Cielos –¡advocación más que oportuna para una Señora con dos cetros!–, esa celebración no fue instaurada hasta después del siglo XV. Por tanto, hacia el año 1220, cuando Chartres fue terminada, el 22 de agosto tan sólo era el día de San Fabricio.
¿Tenía alguna explicación semejante desfase de una semana en la que yo suponía la alineación perfecta entre la vidriera y el laberinto? Los Ketley-Laporte la encontraron. El error no estaba en la alineación en sí, sino en el calendario. El asunto merece una explicación: más de trescientos años después de terminarse las obras de la catedral de Chartres, el papa Gregorio XIII decidió modificar el sistema de cómputo del tiempo que regía a la cristiandad desde la época de Julio César. Se dio cuenta de la existencia de un serio desfase de no menos de diez días en los cálculos astronómicos del año, lo que causaba serios problemas a la hora de marcar el inicio de la Semana Santa, una fiesta móvil que establece siempre el domingo de Pascua justo después del primer plenilunio tras el equinoccio de primavera de cada año. Así pues, el papa Gregorio decidió "borrar" diez días de la Historia. De la medianoche del jueves 4 de octubre de 1582 –en el calendario juliano– se saltó a la madrugada del 15 de octubre en el nuevo sistema calendárico.
Diez días, pues, "perdidos". Casi los mismos que separaban el 15 del 22 de agosto. Casi. Pero, en este caso, hasta ese "casi" tiene su explicación.
En el siglo XIII el desfase del calendario juliano debió de rondar sólo una semana. Así que, restando al 22 de agosto el equivalente a los siete días corregidos por Gregorio XIII que definen nuestro calendario actual, la fecha en la que en 1220 entraba el reflejo de la Virgen de la Vidriera en el laberinto era, exactamente, ¡el día de su Asunción a los cielos! Ahora sí, todo encajaba. El laberinto cumplió, pues, una función de primer orden en aquel lugar, marcando una vez más su estrecha relación con lo celestial, lo divino. Si yo estoy en lo cierto y ese reflejo del vitral de la Virgen ingresando en el centro del laberinto es un símbolo de la llegada de Nuestra Señora al Reino de los Cielos, el dédalo de Chartres es toda una "puerta cósmica". Un prodigioso mecanismo simbólico cuyo significado se olvidó con los siglos, pero que, ajeno a nuestra ignorancia, sigue cumpliendo con la preciosa función para la que fue diseñado en época de templ
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