Discencia Noosferica

Discencia Noosferica
Noologia de Holopraxis

viernes, 7 de enero de 2011

....como humanos tememos al tiempo...el tiempo teme a las piramides...





 

Para muchos esto es quizá una novedad ya que a pesar de lo importante que resulta no tuvo la difusión acorde a los grandes acontecimientos científicos. Ya desde el 1.500 a C, según algunos registros, se hablaba de Cámaras Secretas debajo de la Esfinge y en la Gran Pirámide. Los egiptólogos del siglo XIX habiendo estudiado varias tablas y libros nos hablaban de Cámaras Secretas y de la Sala de los Archivos, remontándonos a una edad mucho más antigua de lo que se cree.

Corría el año 1991 y dos científicos luego de arduos estudios e investigaciones concluyeron que la edad de la Esfinge era superior a los 10.000 años. El Dr. Robert Schoch (Profesor de Geología de la Universidad de Boston, EE.UU.) y el egiptólogo John West concluyeron que las profundas fisuras que se pueden observar hoy mismo no son producto de la erosión de arena y viento, sino de agua de lluvia y remontan una edad de 10.500 a C para esta estructura.

Dos científicos derribarían por completo los principios de la cronología egipcia y los orígenes de la civilización. Gran revuelo se armó al difundir esta noticia, que la Esfinge era anterior a la era dinástica. Sin embargo, la profundidad de las grietas y fisuras producidas por el fluir del agua, nos remontan en base a evidencias climáticas y geológicas, aportadas por rigurosos estudios científicos, a esa fecha que más tarde se repetiría también para la Gran Pirámide.

Ese mismo año, el sismógrafo Dr. Thomas Dobecki descubre realizando pruebas acústicas alrededor de la Esfinge una gran anomalía de forma rectangular bajo la pata derecha de la Esfinge. Sus dimensiones bastante grandes, de 9 metros por 12 y de unos 5 metros de profundidad. Su forma rectangular, descartaba ser una cavidad natural sino pareciera estar hecha por el hombre en palabras del propio Dr. Dobecki, quien dejó en claro que estaba buscando allí evidencias de una civilización perdida y una Cámara Secreta bajo las patas de la Esfinge.

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Años más tarde, las investigaciones continuaban. Numerosos arqueólogos y científicos realizaban diversas investigaciones, algunos de ellos a escondidas para el público en general. Entre 1995 y febrero de 1997, usando un sofisticado escáner se confirma la existencia de una cámara bajo la pata derecha de la Esfinge. Era el Dr. Thomas Dobecki junto al Dr. Schor quienes descubrían no sólo esta cámara sino también un túnel que iba directo hacia la segunda Pirámide. ¿Era éste la Sala de los Archivos? Lamentablemente el gobierno egipcio no autorizó a excavar en estos lugares como en otros tantos sitios donde se confirmó la presencia de distintas cámaras y túneles.

Otras expediciones científicas llevadas a cabo por la Universidad de Waseda, Japón, empleando técnicas microgravimétricas en el interior de la Gran Pirámide, donde se hacía una especie de radiografía, indicaron la presencia de corredores y cámaras aún no descubiertas en la misma. Asimismo detectaron haciendo una exploración electromagnética, reflexiones anormales en la Pirámide (en el interior y en las propias rocas).

Estas eran algunas de las muchas expediciones en el siglo XX que se hacían descubriendo distintos túneles y cámaras. El 22 de marzo de 1993 el Dr. Rudolf Gantenbrick, ingeniero y especialista en robots y análisis computarizados, bajo los auspicios del Instituto Arqueológico Alemán de El Cairo y con la cooperación de la Organización para las Antigüedades Egipcias, logra penetrar por primera vez con su robot especialmente diseñado para tal fin, equipado con luces y una cámara de vídeo, al Canal Sur de la Cámara de la Reina en la Pirámide de Kheops. Su recorrido de 65 metros va cambiando de forma, el canal pasa de paredes abruptas a extremadamente lisas, casi pulidas, se vio detenido al divisar sobre el suelo una pequeña pieza de cobre. El primer metal hallado en la Gran Pirámide. Se observa una misteriosa puerta pequeña con 2 pomos de cobre en sus extremos. Se observa además un pequeño hueco en el muro en la esquina inferior derecha.

El robot provisto de sistema de guía láser y un sensor capaz de medir el ángulo de inclinación había ingresado por el estrecho canal que mide 20×20 cms. A las 11.05 horas de la mañana de aquel 22 de marzo, el robot bajo el Proyecto Upuaut se detenía a los 65 metros luego de dominar la pendiente. Allí estaba esta puerta que no sabemos a dónde va. Las investigaciones se interrumpieron hasta que en el 2002, creando una expectación internacional, la incursión del robot topó con una nueva puerta que bloqueaba el corredor. El Gobierno egipcio sumió en un nuevo mutismo la investigación. ¿Por qué tanto misterio?, ¿sabremos algún día que hay detrás de esto? ¿Autorizará el gobierno egipcio a abrir esta puerta? ó … ¿ya la han abierto?.

En 1872 los hermanos Dixon exploraron el Canal Norte colocando en su interior una vara de metal que quedó atascada. El Dr. Gantenbrick fue incapaz de llevar su robot hasta el final del camino, ya que quedó allí atascado la vara de los Dixon. ¿Existirá otra puerta en este Canal?, ¿adónde nos conducirá?. Llevar a a cabo una buena investigación resolvería este asunto, investigación que supuestamente no se ha realizado aún. Algunos consideran que durante el año 1998 cuando se cerró el ingreso a la Gran Pirámide para su limpieza supuestamente, el gobierno egipcio echó un vistazo para ver que había detrás de la famosa puerta. Igualmente recién en julio del 2.001 se abrió nuevamente las puertas a la Pirámide de Kefrén luego de 2 años de mantenerla cerrada al público. La conspiración, sumada de silencios y negaciones a futuras investigaciones, continuaba.

La Conexión Estelar: el Cinturón de Orión y las Pirámides de Gizeh

En 1983 el escritor y egiptólogo Ing. Robert Bauval (coautor junto a Adrian Gilbert y Graham Hancock de El Misterio de Orión y Guardián del Génesis respectivamente, y autor del libro La Cámara Secreta) informaba sobre la Teoría de la Correlación de Orión y la Pirámide de Kheops. Ya Virginia Trimble y Alexander Badawi habían demostrado que el canal Sur de la Cámara del Rey había sido orientado hacia el Cinturón de Orión, el alma de Osiris. En 1986 R. Bauval descubre que el Canal Sur de la Cámara de la Reina estaba orientado hacia la estrella Sirio, identificada como la hermana y esposa de Osiris, la diosa Isis, quien hizo su aparición en los cielos de este lugar hacia el 10.500 a C, según los estudios astronómicos.

La relación entre las estrellas del Cinturón de Orión (Zeta, Epsilon y Delta Orionis) era evidente. Una conexión astronómica y estelar existía. Bauval encontró además características similares entre las tres estrellas del Cinturón de Orión y las tres Pirámides. Ateniéndonos a la correlación existente entre la Constelación de Orión (Celestial Handbook, Robert Burnham Jr., Dover Publications.) y la vista aérea de las Pirámides de Gizeh, el Ing. Robert Bauval insiste en la existencia de una relación de alineación astronómica entre ambas, entre la imagen del cielo y la imagen de la Tierra en Gizeh durante el año 10.500 a C. En detalle:

        • - Las tres estrellas están alineadas en dirección sudoeste mientras cruzan el meridiano.
        • - Las tres Pirámides están alineadas en dirección sudoeste orientados al meridión.
        • - La estrella más alta Delta Orionis, está ligeramente desviada hacia el este de la diagonal que proyectan las otras dos estrellas.
        • - La Pirámide del Sur, Micerinos está ligeramente separada hacia el este con respecto a la línea diagonal proyectado por las otras dos pirámides.
        • - Delta Orionis es también mucho menos brillante que las otras dos estrellas, las cuales son de una magnitud muy similar (magn. 2.20, comparado con 1.70 y 1.79).
        • - La Pirámide de Micerinos es también mucho más pequeña que las otras dos pirámides las cuales son de una altura muy parecida (65 metros comparado con 147 y 143 metros).
        • - La estrella del centro, Epsilon se encuentra casi equidistante a las otras dos estrellas.
        • - La Pirámide del medio, la de Kefrén, es casi equidistante a las otras dos pirámides.

En los Textos de las Pirámides la Vía de Agua Sinuosa era visto como el homólogo celeste del Nilo. La sinuosidad del Río Nilo describe perfectamente los movimientos de la Vía Láctea con respecto a la Tierra. Más aún, la alineación sudoeste de las tres estrellas relativo al eje de la Vía Láctea cuadra con el alineamiento sudoeste de las tres Pirámides relativo al eje del Nilo. También es sorprendente que la distancia de las estrellas con respecto al eje de la Vía Láctea cuadra -en igual escala- con la distancia de las pirámides con respecto al eje del Nilo. Para Robert Bauval estos son elementos sólidos que indican una relación directa entre el Cinturón de Orión y las Pirámides de Gizeh.

 

Hoy sabemos que todo lo que existe en la meseta de Gizeh, Pirámides y Esfinge nos describe el Universo tal y como lo vieron sus constructores. El año 10.500 a .n.e. y más atrás aún según otros estudios científicos, nos marcan el inicio de una civilización perdida que nos dejaron sus huellas a través de sus monumentos y escritos, certificando la relación estelar con el Hombre de aquellas épocas, verdaderos profesionales en Arquitectura, Astronomía y Tecnología.

 Protagonistas vivas, la Esfinge, las Pirámides de Kheops, Kefrén y Micerinos (o Khufu, Khafre y Menkaure) son testigos de varias civilizaciones, una perdida en la noche de los tiempos, junto a la faraónica, la griega, la romana y quizás también puedan ver la nuestra … Hoy sabemos que todo lo que existe en la meseta de Gizeh, Pirámides y Esfinge nos describe el Universo tal y como lo vieron sus constructores.

 

El canal norte de la cámara del Rey apuntaba en torno al año 2.500 a.n.e. hacia la estrella Thuban, que era la estrella polar de la época y que los egipcios asociaban a la fecundidad y gestación cósmicas. El canal sur de dicha cámara apuntaba hacia la estrella Al Nitak, la más baja y brillante del cinturón de Orión, y que identificaban con Osiris, el dios de la resurrección y el renacimiento, que había fundado la civilización egipcia en la época conocida según la mitología como Tiempo Primero, en torno al 10.500 a.C.Así mismo, el canal norte de la cámara de la Reina apuntaba hacia la estrella Kochab, que se asociaba con la regeneración cósmica y la inmortalidad del alma, mientras que el canal Sur apuntaba hacia la estrella Sirio, situada a la izquierda de la constelación de Orión, y que se asociaba con la diosa Isis, esposa de Osiris.

 
Hoy es el tiempo...

Imagina que existe un banco, que cada mañana acredita en tu cuenta la suma de U$S 86.400.-
No arrastra tu saldo día a día.
Cada noche borra cualquier cantidad de tu saldo que no usaste durante el día.
¿Qué harías? ¡Retirar hasta el último centavo, por supuesto!

Cada uno de nosotros tiene ese banco.
Su nombre es TIEMPO.

Cada mañana, este banco te acredita 86.400 segundos.
Cada noche, este banco borra, y da como perdido, cualquier cantidad de ese crédito que no hayas invertido en un buen propósito.
Este banco no arrastra saldos, ni permite sobregiros.
Cada día te abre una nueva cuenta.
Cada noche elimina los saldos del día.
Si no usas tus depósitos del día, la pérdida es tuya.
No se puede dar marcha atrás.
No existen los giros a cuenta del depósito de mañana.
Debes vivir en el presente con los depósitos de hoy.

Invierte de tal manera, de conseguir lo mejor en salud, felicidad y éxito.
El reloj sigue su marcha.
Consigue lo máximo en el día.

Para entender el valor de un año: pregúntale a algún estudiante que perdió el año de estudios.
Para entender el valor de un mes: pregúntale a la madre que alumbró un bebé prematuro.
Para entender el valor de una semana: pregúntale al editor de un semanario.
Para entender el valor de un día: pregúntale a los amantes que esperan encontrarse.
Para entender el valor de una hora: pregúntale a quien debe cuidar a un enfermo.
Para entender el valor de un minuto: pregúntale a una persona que perdió el último tren.
Para entender el valor de un segundo: pregúntale a una persona que evitó en un instante un accidente.
Para entender el valor de una milésima de segundo: pregúntale a la persona que ganó una medalla de oro en las olimpíadas.
Atesora cada momento que vivas. Y atesóralo más, si lo compartes con alguien especial.

Ayer es historia.
Mañana es misterio.
Hoy es una dádiva.
Por eso es que se le llama EL PRESENTE.

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