Discencia Noosferica

Discencia Noosferica
Noologia de Holopraxis

lunes, 30 de agosto de 2010

Hoy.....en el centro del cielo ....


Las Pléyades:
Pasado, Presente & Futuro
El Libro del Conocimiento: Las Claves de Enoc® nos dice en la Clave



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1-0-6: 9 Las Pléyades representan la clave para la protocreación física;

representan el comienzo galáctico de la familia Adámica física.


El Pasado:

  Probablemente, la más famosa leyenda de las Pléyades en la tradición popular norteamericana sea la historia de la Torre del Diablo, Wyoming, una roca volcánica que los Indígenas Kiowa locales llaman Mateo Tepe. Dicen que una vez siete doncellas acamparon cerca del río en una región conocida por tener muchos osos. Uno de los osos comenzó a perseguir a las doncellas quienes se arrodillaron para pedir ayuda, implorando a los dioses. La tierra se elevó hacia el cielo. El oso intentó, en vano, seguirlas y arañó un lado de la roca, marcas que se ven en la Torre. Para proteger a las doncellas el Gran Espíritu les permitió permanecer en el cielo como las siete hermanas, las Pléyades.

 Para los Japoneses la constelación de las Pléyades se llama Subaru y en Sánscrito se llama Krittikas. Algunos de los pueblos aborígenes de Australia la conocían como Makara y reconocían que estaba conectada con la constelación de Orión. Para los Aztecas se llamaba Tianquiztli, que significa el "lugar de reunión" y era considerado un signo importante de la continuidad de la vida: a medianoche, cada 52 años, aparecía directamente arriba de sus cabezas y les aseguraba a los antiguos Americanos que el mundo no llegaría a su fin. Los Aztecas realizaban una ceremonia religiosa especial llamada la Danza del Fuego Nuevo (o Ceremonia del Fuego Nuevo), una vez cada 52 años para asegurar el movimiento del cosmos y el renacimiento del sol. Este período de tiempo de 52 años también correspondía al calendario religioso de 260-días (Tonalpohualli en Náhuatl o Tolkin en Maya) cuando se entrelazaba con el calendario civil de 365-días (Xiupohualli en Náhuatl o Haab en Maya). Cada 52 años solares Haab (73 años Tolkin) estos calendarios coincidían. A veces, a este, los Aztecas lo llamaban el Calendario Redondo. El ciclo de 52 años se decía que empezaba cuando las Pléyades cruzaban el quinto punto cardinal o el cenit del cielo a medianoche. Algunas veces no sólo estaban las Pléyades en el cenit sobre Mesoamérica sino que esa alineación también entraba en conjunción plena con el sol (como lo veremos de nuevo el S XXI). Además, dos ciclos de 52 años (104 años) se coordinan con una alineación adicional con Venus (símbolo de la forma creativa femenina en la escala local).

 Se dice que la Pirámide del Sol, fuera de la Ciudad de México, está alineada con las Pléyades, ya que su cara occidental y muchas de las calles aledañas están alineadas directamente con el punto de la puesta de las Pléyades la medianoche de la noche en que está en su punto más elevado. Las Pléyades eran claramente reverenciadas también por los Mayas, quienes, en el área de Chichén Itza, sabían que el sol producía una sombra tipo serpiente del lado de la escalinata del norte de la pirámide de Kukulcan durante el equinoccio de primavera. Algunos estudiosos han calculado que 60 días después de la aparición de su sombra, cuando el sol alcanza su cenit sobre la Pirámide a medio día (Mayo 20-Mayo 23), hay otra alineación directa con las Pléyades. Esta alineación Pléyades-sol podría tener una conexión directa con Quetzalcoatl, la serpiente emplumada que trajo una sabiduría más grandiosa al planeta.

Los antiguos Egipcios también señalaron a las Pléyades como una diosa, probablemente más reconocida como Neith, la "madre divina", o Hathor, quien tomó la forma de una vaca (que portaba las semillas de la vida). Los piramidólogos que han trabajado en Egipto durante los últimos 12 años han encontrado textos piramidales que sugieren que los Egipcios reverenciaban a las Pléyades como un sistema estelar superior divino, especialmente a Alcyone, su estrella central más brillante.

El Presente:

Los Astrónomos nos dicen que estamos en medio de una rueda-dentro-de-rueda entrelazante dentro de una máquina de tiempo cósmica que los Mayas y los Egipcios entendieron, y tal como nosotros damos vueltas en relación a nuestro paradigma solar inmediato nuestro sistema galáctico entero se está moviendo actualmente en relación a la configuración mayor de las Pléyades, conocida ahora por los astrónomos como Messier 45 (M45). Esta rueda más grande es conocida como la Precesión de los Equinoccios, el período de tiempo que le toma a la Tierra para realizar un recorrido completo de las constelaciones del zodíaco. Lo que hace que parezca que el zodíaco se "retrasa" un signo cada 2200 años o casi un grado cada 72 años es el tambaleo de la tierra, o el axis del giro (en un ángulo). Esto nos da un promedio de 12 signos en 26,000 años.

Las Pléyades tienen un papel clave tanto en el Hemisferio Norte como en el Sur durante los Equinoccios y Solsticios establecidos por la Precesión.
En el Hemisferio Norte, en el Equinoccio de Primavera, las Pléyades se elevan durante el día y pueden ser vistas sólo momentáneamente en la noche. Cada día el sol se acerca un poco más en alineación con las Pléyades para que durante el Solsticio de Verano las Pléyades se eleven justo antes de la luz del amanecer. La primera elevación visible de las Pléyades ante el sol es llamada la elevación helicoidal de las Pléyades. Durante el Equinoccio de Otoño las Pléyades se elevan a medianoche. En el Solsticio de Invierno las Pléyades son visibles en el oriente justo después del anochecer. Esto es porque cada día se elevan unos cuatro minutos más temprano en la esfera celestial. Los Maori de Nueva Zelanda utilizaron la elevación helicoidal de las Pléyades, llamada por ellos la Matariki, como el comienzo de su Año Nuevo (Junio). También interpretaron a la Matariki como la madre con seis hijas (mientras otros como los egipcios y mayas reconocían a Puanga o Rigel, Orión, como el símbolo del Año Nuevo). Por tanto, cuando volvemos a visitar las mil columnas, los centros megalíticos y los importantes textos que han sido preservados a lo largo de miles de años de tradición en todo el mundo- vemos una profunda relación entre las historias de las Pléyades y el origen de la humanidad.
 

El Futuro:

 ¿Por qué estaban los antiguos humanos tan impresionados con las Pléyades? La Clave 106 nos dice también que las Pléyades son "la cuna y el trono de nuestra conciencia" enfatizando que el programa de vida Adámica fue creado en conexión con esta región del espacio. Dice que esta región del espacio es la que también señalará el retorno de la inteligencia superior. La Clave usa la palabra "trono" (t minúscula) ya que representa el lugar de donde vienen las Jerarquías superiores para balancear a la creación inferior. Hay, de hecho, muchas regiones trono, muchos reinos logos de poder que trabajan para nuestra preparación espiritual. Las Pléyades, por tanto, son un centro trono al igual que Orión es un centro de entrada.

 Las Pléyades son, por tanto, un marcador de extraordinaria precisión para los eventos del contacto celestial-terrestre y el traslapo angelical-humano de los encuentros registrados por las diferentes culturas del mundo. Aún más importante es comprender la inmensa era y la verosimilitud histórica de las leyendas de las Pléyades que se encuentran a lo largo del mundo y que señalan una grandiosa protección y la transformación última de la creación que nos permitirá volver a los cielos superiores al ser elevados, reprogramados y resucitados hacia los cielos del Dios Más Alto.

 ¿Cómo confirma esto lo que los antiguos sabían sobre las Pléyades? Muchas leyendas de la cultura antropológica alrededor del mundo se relacionan con las Pléyades. Las Pléyades, en la mitología griega, son las siete hijas de Atlas y Pleione (llamadas Alcione, Merote, Electra, Celaeno, Taygeta, Maia y Asterote). Atlas y Pleione son las estrellas vecinas y muchos templos griegos estaban orientados hacia el punto de salida y puesta de las Pléyades. Los Griegos también se referían a las "Pléyades" (escrita con una "e" adicional) como las "Palomas". La referencia más antigua registrada sobre las Pléyades, sin embargo, corresponde a la literatura astronómica China fechada en 2357 AEC. Para las tribus agrícolas del hemisferio norte el curso de las Pléyades indicaba el comienzo y el final de la temporada de cultivo.


Las Pléyades conocidas también por Atlántides y popularmente llamadas "las Cabrillas", constituyen un asterismo o conjunto de estrellas, que forman una unidad diferenciada dentro de la  constelación de Tauro. Se trata de una aglomeración de estrellas, no debida al efecto de perspectiva, vinculadas entre sí por el origen común de una misma nube de gas. Es un cúmulo abierto, es decir poco denso, por oposición a los cúmulos globulares, compues­tos por centenares de miles de estrellas, tan apiñadas entre sí que parecen una nube. Las Pléyades están integradas por unas 250 estrellas, pero, a pesar de ser un cúmulo pobre, es más atractivo que los grandes cúmulos, pues éstos suelen encontrarse a miles de años-luz de distancia, mientras que las Pléyades están sólo a 400 años-luz. A simple vista se perciben, según la agudeza visual del observador, entre 9 y 6 estrellas, bautizadas por los antiguos con los nombres de Atlas y Pleonia y con los nombres de las siete hijas de éstos, conocidas en conjunto como las Atlántides: Alcyone, Electra, Mérope, Maya, Taigete, Astérope y Caleno. Las Pléyades están formadas por estrellas muy jóvenes envueltas todavía en la nebulosa de la que se han formado. Pertenecen al tipo espectral B con temperaturas superficiales altísimas, entre 15.000E y 20.000E, que les dan una coloración blancoazulada. Su edad es de pocos millones de años, nacidas después de la extinción de los dinosaurios, estrellas que se encuentran en la infancia de su vida, sobre todo si las comparamos con nuestro Sol, que a pesar de sus 5.000 millones de años no es viejo todavía, aunque no todas las estrellas queman sus energías con la misma parsimonia que nuestro Sol, pues cuanto más masivas son, con más derroche gastan las reservas de combustible y más rápidamente recorren las etapas evolutivas de la vida estelar.

Las Pléyades han sido utilizadas por los tratadistas romanos de Agricultura como punto de referencia para señalar a los campesinos cuándo debían iniciar la sementera. Así Virgilio sienta el principio, repetido más tarde por nuestro escritores españoles , de que hay que esperar al ocaso matinal de las Pléyades, coincidente con el ocaso vespertino de la constelación de la Corona, para confiar a los surcos la simiente, la esperanza del año:
Ante tibi Eoae Atlantides abscondantur
Gnosiaque ardentis decedat stella Coronae
debita quam sulcis committas semina quamque
invitae properes anni spem credere terrae.

                              (Geórgicas, Libro I,  221-224)

La Conexión Estelar: el Cinturón de Orión y las Pirámides de Gizeh

En 1983 el escritor y egiptólogo Ing. Robert Bauval (coautor junto a Adrian Gilbert y Graham Hancock de El Misterio de Orión y Guardián del Génesis respectivamente, y autor del libro La Cámara Secreta) informaba sobre la Teoría de la Correlación de Orión y la Pirámide de Kheops. Ya los Drs Virginia Trimble y Alexander Badawi habían demostrado que el canal Sur de la Cámara del Rey había sido orientado hacia el Cinturón de Orión, el alma de Osiris. En 1986 R. Bauval descubre que el Canal Sur de la Cámara de la Reina estaba orientado hacia la estrella Sirio, identificada como la hermana y esposa de Osiris, la diosa Isis, quien hizo su aparición en los cielos de este lugar hacia el 10.500 a C, según los estudios astronómicos.

La relación entre las estrellas del Cinturón de Orión (Zeta, Epsilon y Delta Orionis) era evidente. Una conexión astronómica y estelar existía. Bauval encontró además características similares entre las tres estrellas del Cinturón de Orión y las tres Pirámides. Ateniéndonos a la correlación existente entre la Constelación de Orión (Celestial Handbook, Robert Burnham Jr., Dover Publications.) y la vista aérea de las Pirámides de Gizeh, el Ing. Robert Bauval insiste en la existencia de una relación de alineación astronómica entre ambas, entre la imagen del cielo y la imagen de la Tierra en Gizeh durante el año 10.500 a C. En detalle:

  • - Las tres estrellas están alineadas en dirección sudoeste mientras cruzan el meridiano.
    - Las tres Pirámides están alineadas en dirección sudoeste orientados al meridión.
    - La estrella más alta Delta Orionis, está ligeramente desviada hacia el este de la diagonal que proyectan las otras dos estrellas.
    - La Pirámide del Sur, Micerinos está ligeramente separada hacia el este con respecto a la línea diagonal proyectado por las otras dos pirámides.
    - Delta Orionis es también mucho menos brillante que las otras dos estrellas, las cuales son de una magnitud muy similar (magn. 2.20, comparado con 1.70 y 1.79).
    - La Pirámide de Micerinos es también mucho más pequeña que las otras dos pirámides las cuales son de una altura muy parecida (65 metros comparado con 147 y 143 metros).
    - La estrella del centro, Epsilon se encuentra casi equidistante a las otras dos estrellas.
    - La Pirámide del medio, la de Kefrén, es casi equidistante a las otras dos pirámides.

En los Textos de las Pirámides la Vía de Agua Sinuosa era visto como el homólogo celeste del Nilo. La sinuosidad del Río Nilo describe perfectamente los movimientos de la Vía Láctea con respecto a la Tierra. Más aún, la alineación sudoeste de las tres estrellas relativo al eje de la Vía Láctea cuadra con el alineamiento sudoeste de las tres Pirámides relativo al eje del Nilo. También es sorprendente que la distancia de las estrellas con respecto al eje de la Vía Láctea cuadra -en igual escala- con la distancia de las pirámides con respecto al eje del Nilo. Para Robert Bauval estos son elementos sólidos que indican una relación directa entre el Cinturón de Orión y las Pirámides de Gizeh. La posición de estas estrellas con los canales de la Gran Pirámide apuntan directamente al año 10.500 a C, la misma fecha estimada de edad para la Esfinge, en la Era del León. La relación existe, no puede negarse que hay una correlación entre la imagen del cielo y la imagen de la Tierra en Gizeh para la época del 10.500 a C, fecha dada a través del software especialmente diseñado para el movimiento de las estrellas denominado SkyGlobe.

Diversos factores se interrelacionan en esa fecha para conmemorar el tiempo primigenio. En el 2.500 a C el canal Sur de la Cámara del Rey apuntaba a Zeta Orionis, la estrella más baja del Cinturón de Orión. Utilizando el software citado se comprobó que el punto bajo se alcanzó hacia el 10.500 a C cuando el Cinturón de Orión se encontraba a unos 10 grados por encima del horizonte. En el 2.500 a C el ángulo de las tres estrellas del Cinturón de Orión eran de unos 73 grados con el meridiano, sin embargo el ángulo de las tres pirámides era de 45 grados. Para el año 10.500 a C el ángulo de las estrellas de Orión eran muy próximos a los 45 grados. La relación se repetía. También en la Esfinge se comprobaba la relación de alineación astronómica. Entre sus patas existe una inscripción que dice el lugar del tiempo primigenio. La Esfinge mira al Este, lugar donde el Sol se levanta cada mañana.

La estrella Zeta Orionis del Cinturón de Orión cruzó el meridiano en el 10.500 a C, lo que significa que el punto vernal (lugar que ocupa el Sol en el cielo en los equinoccios) estaba sobre el horizonte justo en el Este, en perfecta alineación con la Esfinge. Asimismo, la constelación zodiacal de Leo estaba localizado hacia el este. Sin duda alguna, la Esfinge estaba apuntando hacia el Cinturón de Orión en el año 10.500 a C cuando se encontraba en su punto más bajo en el meridiano sur en plena Era del León. Para el escritor y egiptólogo Robert Bauval todos estos datos no pueden ser atribuidos a la casualidad. Son demasiados los factores que se interrelacionan entre sí. Nos dice en La Cámara Secreta: existe y sigo convencido de que los antiguos que diseñaron Gizeh intentaron fijar una fecha para conmemorar el tiempo primigenio o la Edad de Osiris y que esta fecha fue alrededor del 10.500 a C.

 

las piramides de gizeh

el alineamiento de orion con las piramides de gizeh

la espfinge y la gran piramide


Hoy sabemos que todo lo que existe en la meseta de Gizeh, Pirámides y Esfinge nos describe el Universo tal y como lo vieron sus constructores. El año 10.500 a C y más atrás aún según otros estudios científicos, nos marcan el inicio de una civilización perdida que nos dejaron sus huellas a través de sus monumentos y escritos, certificando la relación estelar con el Hombre de aquellas épocas, verdaderos profesionales en Arquitectura, Astronomía y Tecnología. Protagonistas vivas, la Esfinge, las Pirámides de Kheops, Kefrén y Micerinos (o Khufu, Khafre y Menkaure) son testigos de varias civilizaciones, una perdida en la noche de los tiempos, junto a la faraónica, la griega, la romana y quizás también puedan ver la nuestra ... Hoy sabemos que todo lo que existe en la meseta de Gizeh, Pirámides y Esfinge nos describe el Universo tal y como lo vieron sus constructores.

Orión, la Catedral del Cielo.

En su Edad Antigua nuestra Humanidad estaba en contacto con el Planeta y con las estrellas. Pruebas de ello las hay en los documentos históricos de civilizaciones que han habitado la Tierra como sumerios, egipcios o griegos.

Los egipcios veneraban al dios Osiris como Juez de los Muertos y equiparaban su forma estrella o sahu con la constelación de Orión. Algunos fragmentos de los Textos de las Pirámides afirman que el alma del Faraón se convertiría en una estrella de Orión: "En tu nombre de Habitante de Orión, con una temporada en el cielo y una temporada en la tierra"  (Textos de las Pirámides 187).

"¡Oh rey, tú eres la gran estrella, el compañero de Orión, que recorres el cielo con Orión, que navegas en el Duat [mundo inferior> con Osiris; tú asciendes desde el este del cielo siendo renovado en tu debido tiempo y rejuvenecido en tu debido momento. El cielo te ha llevado junto a Orión"  (Textos de las Pirámides 882-3).

Montaje que compara la forma de Orión con la de algunas figuras dibujadas en murales egipcios, como esta del dios Anubis.

En la Biblia, Orión es mencionada al menos tres veces, dos de ellas en el Libro de Job.

  • "Él ha creado la Osa y Orión, las Pléyades y la constelación del Sur", Job 9:9.
  • "¿Anudas tú los lazos de las Pléyades o desatas las cuerdas de Orión?", Job 38:31.

Y también en el Libro de Amós 5:8.

Especialmente en la Edad Moderna, a través de la creación tecnológica la Humanidad se ha permitido ver grandes detalles del firmamento. Así, con el telescopio espacial Hubble, Ojo Astronómico de la Humanidad, sus creadores han obtenido maravillosas escenas como la Nebulosa de Orión o la Nebulosa de la Cabeza de Caballo.


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Orión es, sin duda, la más famosa constelación del cielo del invierno boreal, y una de las más conocidas entre las 88 reconocidas actualmente por la IAU (Unión Astronómica Internacional). Sus estrellas brillantes y visibles desde ambos hemisferios hacen que esta constelación sea reconocida universalmente. Ha sido llamada "La Catedral del Cielo", .

Está situada justo en medio del ecuador celeste, y es utilizada como referencia para otras, como se verá. Orión se parece mucho a una persona. Primeramente, se debe tratar de localizar el cinturón de Orión,


el cual está formado por tres estrellas brillantes que están en línea recta (Alnitak, Alnilam y Mintaka, de izquierda a derecha). Una de sus piernas está representada por una estrella muy brillante llamada Rígel, que es una de las estrellas más brillantes del cielo nocturno. La otra pierna se corresponde con la estrella Saiph. Sus dos hombros los forman las estrellas Bellatrix y Betelgeuse.


Esta última es tan luminosa que se puede ver su color rojizo sin necesidad de ayuda de telescopios ni binoculares, simplemente a ojo desnudo. Una estrella más tenue, Meissa, se corresponde con la cabeza. Todo el conjunto se identifica con el mito del gigante Orión, el cazador.
Las otras estrellas con nombre propio de la constelación son Tabit (en el escudo), y Hatysa (en la espada), llamada también Nair Al Saiph.

PRINCIPALES ESTRELLAS

Las estrellas más brillantes de la constelación son Rígel, Betelgeuse, Bellatrix, Alnilam, Alnitak, Saiph, Mintaka y Hatysa, por este orden. Estas estrellas están a diferentes distancias de nosotros, y su forma en el Espacio es sólo una proyección plana, que desde otro punto de vista aparecería totalmente diferente, dando al traste con todos los ríos de tinta que se vertieron sobre la forma de la constelación.


Nos detendremos brevemente en cada una de estas luminarias:

Rígel es la estrella Beta Orionis. Aunque su denominación de Bayer "Beta" debería corresponder a la segunda estrella más brillante de la constelación, su magnitud aparente de +0.18 la sitúa de hecho como la más brillante de la misma, por delante de Betelgeuse

(Alpha Orionis), siendo la quinta más brillante de todo el cielo nocturno. Según estimaciones del satélite Hiparcos, su distancia al Sol es de unos 860 años-luz. Se trata de un sistema estelar triple cuya componente principal es una supergigante blanco-azulada con una temperatura superficial de 11.500 ºK. Brilla con una luminosidad en el espectro visible 50.000 veces superior a la del Sol y de 85.000 soles en medición bolométrica. Su radio equivale al de 84 veces el de nuestra estrella, por lo que si estuviese en el lugar del Sol, se extendería hasta la órbita de Mercurio.


Betelgeuse, también llamada Alpha Orionis, es una preciosa estrella roja, la novena más brillante en el cielo, grande y luminosa, pues se trata de una supergigante roja. El color característico de esta estrella proviene de las bajas temperaturas de su superficie, unos 3.000 ºK. Es una estrella variable, y en su tamaño máximo se extendería hasta más allá de la órbita de Marte. Es 40 veces mayor que el Sol. Se encuentra a unos 650 años-luz del Sistema Solar y su magnitud visual oscila entre +0.5 y +1.3.

Bellatrix (Gamma Orionis) es la tercera estrella más brillante de la constelación, con magnitud aparente +1.64. El nombre de Bellatrix, la Estrella Amazona, proviene del latín y significa "la guerrera". Es una gigante azul con una temperatura superficial de 21.500 ºK, una de las estrellas más calientes que se pueden ver a simple vista. Es 6.400 veces más luminosa que nuestro Sol, y 5.7 veces mayor que éste. Se encuentra a unos 250 años-luz de nosotros.

Alnilam (Epsilon Orionis) es, con magnitud aparente +1.7, la cuarta estrella más brillante de Orión. Se trata de la estrella central del Cinturón, y la más brillante de las tres, aún siendo la más lejana, unos 1.340 años-luz de distancia. Es una supergigante azul, cuya luminosidad es extraordinaria, equivalente a unas 375.000 veces la luminosidad del Sol. Alnilam es muy caliente, unos 25.000 ºK y su diámetro es 31 veces el del Sol.

Alnitak (Zeta Orionis) es un sistema estelar triple que también forma parte del Cinturón de Orion.


La componente principal es una supergigante azul de magnitud aparente +1.89, situada a unos 800 años-luz de la Tierra. Es muy caliente, unos 31.000 ºK, y su masa se estima en unas 20 masas solares.

Saiph (Kappa Orionis) es la sexta más brillante. Tiene una magnitud de +2.06 y se encuentra a unos 720 años-luz. Con una temperatura superficial de 26.000 ºK, se trata de una supergigante azul con un radio 11 veces mayor que el radio solar.

Mintaka (Delta Orionis) es la tercera de las estrellas del Cinturón, y la más tenue de ellas, con una magnitud conjunta de +2.23, pues se trata de una estrella múltiple compleja. Es una estrella azul que está a 915 años-luz y tiene una temperatura de 30.000 ºK. Su masa equivale a la de 20 soles.

Hatysa (Iota Orionis) se encuentra en la Espada de Orión, y con una magnitud de +2.75 es la más brillante de las que conforman dicha espada. También es conocida como Na´ir al Saif. No se conoce la distancia a la que se encuentra, especulándose con cifras que van desde 1.300 hasta 2.000 años-luz. Es una gigante azul que está a 31.500 ºK de temperatura, es decir, más de 25.000 ºK más caliente que el Sol. Su masa equivale a 15 veces la de nuestra estrella.

M42: LA GRAN NEBULOSA DE ORIÓN.


En el centro de la Espada de Orión, bajo el cinturón, se distingue, a simple vista, una mancha difusa que se confunde a veces con una estrella. Se trata del objeto del catálogo de Charles Messier número 42, M42, conocida como La Gran Nebulosa de Orión. Se trata de una nebulosa difusa, una de las más brillantes que existen, que puede ser observada sin ayuda óptica. Situada en torno a los 1.500 años-luz de nosotros, tiene un diámetro aproximado de 30 añoz-luz. A simple vista aparece borrosa, pero con telescopios sencillos, o simplemente con prismáticos, se observa con bastante nitidez.

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Las imágenes ópticas revelan que se trata de una nube ingente de gas y polvo. Contiene en su interior estrellas de formación reciente, nubes interestelares, cúmulos estelares, regiones de Hidrógeno H II (iónicamente activas) y nebulosas de reflexión. La pequeña nubosidad que aparece desgajada en la parte superior es la Nebulosa de De Marian, o M43. Varias facciones de la nebulosa tienen su nombre propio. La senda oscura que se extiende desde el norte hasta la región brillante se llama la Boca del Pez, y las regiones iluminadas en ambos lados reciben el nombre de Alas.


En esta fotografía vemos el cúmulo del Trapecio, llamado así por el asterismo de sus cuatro estrellas principales. Estas estrellas, entre la 5ª y la 9ª magnitud, pueden resolverse sin dificultad con un telescopio de 80 mm de apertura. Son estrellas muy jóvenes, que acaban de formarse.

LA REGIÓN DE ALNITAK

Alnitak (Zeta Orionis) es, no estará de más recordarlo, la estrella situada a la izquierda en el Cinturón de Orión.


En sus proximidades se encuentran dos interesantes objetos de cielo profundo: la Nebulosa de la Flama y la Nebulosa Cabeza de Caballo. En la fotografía se aprecia a Alnitak, la estrella más brillante, y justo debajo está la Nebulosa de la Flama, que debe su nombre a su apariencia de estar en llamas. La estrella brillante situada arriba a la derecha es Sigma Orionis


(no tiene nombre propio), y en el centro aparece la Cabeza de Caballo, una espectacular nebulosa oscura de la que, a la izquierda, ofrecemos un detalle.

La Gran Nebulosa de Orión es un objeto muy apreciado por los aficionados a la astrofotografía. Ocupa en el cielo una extensión aparente superior a 60´ de arco.


Salida de Sirio 2010



Martes, 10 de Agosto de 2010 23:06

En una silenciosa mañana en el vaporoso mes de julio, la estrella Sirio se elevo antes que la estrella diurna, nuestro sol, anunciando a todos que el Año Nuevo-Atlante-Egipcio-Sirio ha nacido. Esto va a creo un portal de oportunidad para nadar hacia adelante con la oleada estelar de conciencia que precede a la luz del día     Gillian MacBeth-Louthan 

Los antiguos egipcios veían a Sirio como un dador de vida, pues siempre reaparecía en el momento de la inundación anual del Nilo. Cuando la estrella se hundía en el Oeste y desaparecía del cielo nocturno, permanecía oculta durante 70 días antes de emerger al este por la mañana. Esto se veía como un tiempo de muerte y renacimiento. Sirio, conocido como nuestro Sol Espiritual, es el corazón y el alma de nuestro Sol físico. Durante los Días del Perro* cuando Sirio desaparece en la luz de nuestro Sol, nuestro Sol físico está abrazando a nuestro Sol Espiritual.

 

 

A medida que el Sol envía sus rayos de claridad, una explosión sónica personal y planetaria se oye por toda la Tierra. Las explosiones de lo viejo son nucleares, ya que son expulsadas como el polvo en un torbellino de tierra. La verdad se despliega para ser vista en todo su esplendor, narrando un cuento interior a la hora de dormir que sólo puede aprenderse de memoria. El sueño invita, pero la energía grita tan fuerte y es tan exigente que el sueño es corto y no muy dulce.

La conjunción de Sirio y el Sol no se produce al mismo tiempo en todas las latitudes, y nunca es una constante. En el 2010 Sirio se eleva antes que el Sol el último día del mes de julio en algunas zonas. Cuando Sirio se eleva al Este sobre el horizonte, esta salida helíaca ocurre el 7 de agosto del 2010 en el área de San Francisco. Cada lugar y zona horaria y continente es un poco diferente. Creo que lo mejor es sintonizarse energéticamente con la salida de la estrella Sirio en su área. Confíen en su intuición para esto. La salida helíaca es la primera y breve aparición visible de una estrella en el horizonte al Este antes del amanecer.

* NT: Período canicular, temporada del año en que es más fuerte el calor, tanto en el Hemisferio Sur como en el Norte. Alude a la constelación Can Mayor.

Prototipo espiritual de Sirio

Desde la antigüedad, Sirio ha sido conocido y venerado. En la Antigua Atlántida, los misterios se basaban en información recibida de los Maestros Sirios. Después de la tercera caída de la Atlántida, los Misterios Sirios se propagaron hacia el Antiguo Egipto. Ya en 3000 AC los egipcios empezaron a celebrar la salida helíaca de la estrella Sirio, declarando que era el Año Nuevo, mientras el Nilo inundaba sus bancos en el tiempo del gran León, en el mes de Leo.

Sirio es el hogar de la Conciencia Crística no sólo para nuestro planeta y sistema solar, sino también para toda esta Galaxia. Se dice que todos los grandes Avatares provienen de Sirio, la estrella más brillante en nuestro cielo. Sirio ha sido siempre un prototipo espiritual para la Tierra y ha desempeñado un papel vital en los inicios de la evolución del planeta. La energía espiritual fluye desde Sirio hacia el chakra del corazón de nuestro Sol y luego llega a la Tierra a través de los benévolos rayos del Sol.

A medida que los rayos de Sirio lleguen en arco a la Tierra a través del Sol, antes del amanecer, las semillas crísticas dentro de cada uno de nosotros serán enviadas en un nuevo patrón cuántico. Estas semillas crísticas son codificaciones de ADN latentes que han esperado esta emanación y configuración estelar en particular para poder abrir los registros sellados, revelando verdades que han permanecido en silencio. Es en los momentos del silencio entre las palabras y pensamientos donde van a encontrar la llave que abre lo que hasta ahora ha sido invisible.

El 8 de agosto de 2010 se nos dio la rara oportunidad de caminar a través de otro 'Portal del Despertar Acelerado', la PUERTA DEL LEÓN 8:8. Este Despertar se producirá dentro de los registros celulares de todos los seres. Estos registros celulares están contenidos dentro del código cristalino que existe en cada filamento del ADN.

En tiempos antiguos, los 'Registros del Recuerdo' fueron escondidos físicamente en las profundidades de la Tierra por debajo, encima y alrededor de sitios sagrados. La Madre Matriz de estas codificaciones vive dentro de la Gran Pirámide de Egipto con la Esfinge como Centinela Estelar. Cuando los cielos antiguos se alineaban en una configuración estelar específica, se abría un portal energético hacia los sitios sagrados permitiendo la entrada a través de estas codificaciones geométricas sagradas. Todos llevamos en nuestro interior la conciencia celular de cada sitio sagrado que alguna vez se emitió a la Tierra, desde el principio de los tiempos en la Tierra a través del tiempo en nuestro sistema solar inmediato. Sólo es cuestión de afinar nuestra intención para recibir estas energías.

El 8 de agosto fue un portal natural. No hay nada forzado, nada incitado, nada hecho por el hombre. Sólo una remembranza natural que inicia nuestros códigos de luz latentes elevándonos hasta un lugar donde podemos ver el desfile de luz que aún está por llegar. El TIEMPO conocido y desconocido hace conjunción consigo mismo, mientras la cadena del tiempo del universo hace una pausa para calibrarse a sí misma. Todo lo que estaba oculto se ve. Todo lo que se veía está claro.

8:8

Como es arriba es abajo. Esta configuración les trae el portal infinito acompañándolos más allá de sus limitaciones anteriores. Es un número que va más allá de lo que conocen como sus límites normales. Les pide volar hacia la luna y detenerse en la Vía Láctea en el camino de regreso. Es pura energía atómica espiritual, una fuente pura de energía. Es éxito, prosperidad y grandes negocios con el sabor añadido de las bendiciones universales. Es recordar finalmente  su divina herencia prometida por su Santo Creador. Es desdeñar las limitaciones terrenas y caminar hacia adelante y arriba hacia un lugar de opulencia y abundancia.

El 8 de agosto está compuesto por el matrimonio de la materia y la antimateria. Fue un lugar donde las polaridades se encontraron y el Cielo y la Tierra bebieron el uno del vaso del otro. Fue una celebración más allá del tiempo que nos llevó a casa a través de la Puerta a las Estrellas del León de la Esfinge. Ése fue un evento sin precedentes que tuvo lugar el año pasado. Las terminaciones mismas de nuestro ADN se abrieron, pues las terminaciones de sus telémeros se desenvolvieron para exponer una nueva posibilidad. Lo que va a suceder no se ha desenvuelto plenamente en el tiempo. Al 8 de agosto (8:8) siempre se lo ha experimentado como el portal de la Puerta del León, que abre un portal de tiempo hacia antiguas codificaciones egipcias que se equilibran precariamente entre la Esfinge y la gran pirámide de Giza. Este punto central de decisión exige toda su atención y energía.

Estos registros de tiempo codificado están contenidos dentro de un código cristalino en forma de tetraedro (pirámide de 3 caras) existente en el códice y el codón de cada filamento de ADN, en cada célula del cuerpo, así como en cada célula en el Universo.

Los Registros del Recuerdo fueron escondidos físicamente en lo profundo de la tierra. La Madre Matriz de estas codificaciones habita en el interior de la Gran Pirámide de Egipto y la Esfinge. Cuando los cielos antiguos se alineaban en una configuración estelar específica, se abría un portal que los sitios sagrados con estas codificaciones utilizaban luego para descargar nuevos niveles de verdad y sabiduría en la Tierra y en los humanos,. Hoy en día no todos podemos atravesar el océano sin previo aviso para alinearnos con las energías entrantes, ni tampoco tenemos que hacerlo. Todos llevamos en nuestro interior cada ápice de cada sitio sagrado universal que alguna vez se emitió a la existencia. Sólo es cuestión de sintonizarnos con esos registros celulares de la verdad para recibir estas energías.

La única manera de que la Tierra puede avanzar es a través del corazón (tierra*). Cada juguete, herramienta, meditación y OM es un árbol sin fruto a menos que uno avance hacia el contacto directo con el corazón. Ya que el Universo sabe que somos unos tercos obstinados, ha alineado algunas estrellas para que disparen esa flecha cósmica de Cupido en nuestra dirección. No la clase de amor de San Valentín, sino un portal de amor tan grande que uno es automáticamente incluido adentro, sin saberlo realmente.

A medida que las vibraciones del Portal Estelar 8:8 se materializan, el cuerpo humano se resiste a la idea de albergar más luz, descargar más codificaciones, o recibir más verdades. La verdad es que las energías del Portal Estelar 8:8 están naciendo para suavizar la adhesión estática de la personalidad. El cansancio llega para frenar las viejas iras que se agitan en la capa emocional de la humanidad.

La atracción gravitatoria ha aumentado, no disminuido, a medida que la Tierra comienza un nuevo giro evolutivo. La fuerza centrífuga falla mientras todo lo que estaba dentro del balde giratorio cae cambiando verdades científicas hasta un punto más allá de la confusión.

El Sol detrás del sol (en el centro de nuestro núcleo galáctico) se ve con ojos nuevos. Puesto que la luz invisible del sol superior se siente y no se ve, nuestra humanidad estalla con potencial sin explotar. Vías de transmisiones corticales (desde las proyecciones del núcleo) se cruzan con todos los de la Tierra, desafiando incluso a los de fe devota. La luz invisible del Sol detrás del sol en el centro galáctico se extiende sobre nuestras vidas como mantequilla galáctica ablandada, empapando cada poro y membrana de nuestra persona.

Lo que una vez estuvo oculto, se ve; lo que alguna vez se vio, ha cambiado. Los ojos del alma ven con una nueva claridad redefiniendo lo que una vez se consideró oscuro. La superposición de los dos soles crea un portal (vesica piscis) para que todos entren o salgan, dependiendo de la elección. La liposucción del alma lleva lo que había sido pesado y denso a una ubicación de comprensibilidad, eliminando la necesidad de repercusiones o juicios. Lo que es, sólo es hasta que lo cambian. El Portal 8:8 nos ayuda en este conocimiento y preparación del portal.


Puerta Solar del León


Al dar la vuelta a la esquina hacia la guarida del León (el mes de Leo) nos encontramos cara a cara con nuestro antiguo futuro y nuestro antiguo pasado. Los reflejos en nuestro mundo reflejan nuestras necesidades internas en todos los niveles trayendo a la superficie todo lo que fue enterrado vivo.

Las emanaciones de la luz detrás del Sol reordenan nuestras ondas cerebrales, reajustando los patrones de pensamiento que nos han mantenido cautivos en una órbita elíptica de lo humano. Las manchas solares gigantes y las eyecciones de masa de la corona que estamos viendo actualmente no son más que echar un vistazo a la fuerza vital de este Sol Superior oscuro que extiende su vibración súper magnética por todas las partes de nuestro sistema solar conocido y desconocido, elevándonos a un punto en el que todas las células de la vista de nuestro estado natural tienen los ojos abiertos. Al igual que la acupuntura celestial, recibimos inyecciones de conocimiento que no pueden explicarse. Finalmente encontramos la pasión para hacer, para ser, para creer, para crear sin una sombra de duda.

El sistema solar se alinea, cuerpo celestial por cuerpo celestial, deteniéndose sólo un momento para rendir homenaje a la Tierra y sus habitantes, observar los cambios y transformaciones en la especie en evolución que llama a la Tierra su hogar. Todas las masas de tierra enterradas en nuestra conciencia llegan a un lugar de flotabilidad, circunnavegando nuestro pensamiento lineal de mundo plano, exponiendo a nivel estelar aquello que yace por debajo de todos nuestros anhelos y elecciones. Finalmente defendemos lo que creemos y lo que cree en nosotros.

La luz azul de la estrella Sirio brilla sobre todas nuestras opciones. Portales estelares se abren a través de conductos terrenales permitiendo que seamos elevados a un lugar de conocimiento innato. Todo lo que hacemos o dejamos de hacer se va a sentir en todos los sectores del Cielo y la Tierra.

Es hora de que el León Solar, a través de la ESFINGE, se levante de su enigmática postura de guardián y desate lo que ha estado subyugado a la restricción humana. Un completo posicionamiento de este evento tiene lugar dentro de la cámara secreta del hemisferio izquierdo del cerebro para las mujeres y del hemisferio derecho del cerebro para los hombres. Como un tsunami inesperado, el fondo del océano se abre para liberar una oleada que limpiará las orillas mentales de la incredulidad. Fracciones del yo y del alma que una vez fueron fluidas a través del tiempo y la elección, vienen corriendo a casa con los brazos abiertos y el corazón abierto instalándose en todas las grietas de nuestro universo personal, llenándolas con lo que tiene que verse.

Las emanaciones de las estrellas bajan para ejercer su magia sanadora sobre todos nosotros. La luz detrás de nuestro Sol se levanta la falda de luz exponiendo su cuerpo de luz de Nubia para que todos lo vean. La danza de los siete velos del tiempo eterno, hábilmente la mantiene oculta en su mayor parte. Finalmente, los hijos de la Tierra se han ganado el derecho de ver la verdad del Cosmos.

El PORTAL ESTELAR 8:8 es un símbolo del ADN humano que se mantiene separado y secreto intencionalmente. La relación simbiótica que la humanidad ha tenido con la vida terrestre entrará en alineación directa con un pasaje del tiempo. Este pasaje del tiempo está permitiendo que se produzca una nueva siembra que aumente las capacidades mentales, el cociente intelectual y la capacidad de recordar (cercana y lejana). Ya desde hace algún tiempo el cerebro humano ha estado reparándose en el taller. El exceso de información ha sido doloroso y no se la ha recibido ni digerido correctamente. El cerebro se ha resistido, sin querer que nada se le pegue, dando la impresión de tener un recubrimiento de teflón. Cada nuevo conjunto de pensamientos despertó miedos dormidos que tenían que ser liberados y reemplazados con nuevos filamentos de conciencia.

La estrella Sirio se eleva cada verano, esta salida está asociada con un nuevo pensamiento, nueva luz, y nuevos comienzos. Se eleva antes que el sol intencionalmente después de haber estado en un escondite estelar durante 70 días. Sirio alberga a la Gran Hermandad Blanca, a los Ancianos de Lemuria, así como a la Conciencia Crística. Ahora es el momento para venir desde un punto de altas vibraciones solares y permitir que esta nueva luz brille sobre los lugares dentro de la psiquis y la historia de la Tierra que necesitan limpiarse.

Nos encontramos en la base de la montaña de la madurez creativa en nuestra estadía de regreso a la Luz. Todo en el universo abre sus armarios para mostrar lo que ha estado escondido en todos sus estantes. Cómo usar esta energía y sabiduría es una elección personal. Ha sido puesta a sus pies ungidos con gran amor por aquellos que se han tomado a pecho todas sus posibilidades evolutivas.



El planeta Venus entro en Libra el 6 de Agosto, siguiendo en su camino a Marte, que a su vez se encuentra envuelto el la T-Cuadrante Cardinal del momento, haciendo una cuadratura (90º) a Plutón y oponiendo Jupiter casi exactamente en esos días. Algunos de sus efectos los he mencionado en el artículo anterior. Cuando Venus hace su entrada en Libra, la Luna se aproxima a su entrada a Cáncer, poniendo la pata que faltaba en esta T-Cuandrante para convertirse en una Gran Cruz Cósmica de poca duración. Aún así, la Luna  formo una Luna Nueva en Leo el 8 y 9 de Agosto, llegará cargada de la energía de esta Gran Cruz Cardinal que nos está impulsando a cambios inconmensurables y a una toma de consciencia como hacía tiempo que no ocurría.

Para todos aquellos que en un cinismo inducido por el desencanto, decíamos: "Todo seguirá igual, nada cambiará", la balanza de Libra se inclina hacia el cambio y el descubrimiento de la verdad. Venus en Libra esta vez, formando parte de esta cruz cósmica, nos recuerda varios mitos.

En su contacto a Plutón nos trae los aires del gran rapto de Persefone por el poderoso Hades, y muchas relaciones reflejarán esta lucha por el re-encuentro con nuestro poder interno femenino, ante la inminencia del amor y el aparente poder del otro, sobre nuestras emociones. En su encuentro con Saturno, miramos hacia el descubrimiento de la belleza interna, por encima de la belleza física, como lo refleja el mito de Afrodita y Hefaisto.
En su entrada a Libra, Venus contacta la Luna en Cáncer. La Seductora y la Madre se encuentran para medir la importancia, la relavancia y la inevitabilidad de la una y la otra. El concepto de Madre y Seductora han cambiado dramáticamente en los últimos años y el re-encuentro con estos mitos en nuestras vidas, nos conscientizan de las inmensas posibilidades de estos arquetipos que se manifiestan en nuestras vidas una y otra vez. Es con nuestra creatividad interna que podemos darles forma en la infinidad de variaciones que nos permite nuestra psique.

La Venus en Libra es una seductora un poco intelectual, no necesariamente "sexy", en el sentido Escorpiano, por ejemplo, pero sí femenina y algo conservadora. Su sensualida se expresa en su originalidad y su intelecto. El amor es igualdad para Venus en Libra y el entendimiento de esto, trae felicidad a esta posición de la Diosa. Cómo dar al otro lo que necesita sin sacrificar la salud mental y emocional propia, es un desafío para Libra.
La Venus también opondrá a Jupiter y Urano en Aries, quienes otorgan a la Diosa el Amor una fascinación por lo diferente, lo raro, lo inusual y sobre todo lo extranjero. La necesidad de expanderse hacia otros territorios y otras culturas a través de la creativad y el amor serán intensos en estos días. Y por qué no?

Busquemos la belleza en aquello que nunca consideramos bello, en lugares que nunca pensamos visitar, en culturas que en principio nos asustan y nos convierten en racistas.

Situación de OriónOrión contemplando a los habitantes de la Isla de Rapa Nui en el Planeta Agua

Orión contempla a los habitantes de la Isla de Rapa Nui (y a un humano detrás de ellos)

en el océano pacífico del Planeta Agua a poco de desaparecer

de su línea de visión debido al giro del Planeta.


31 de agosto: el Sol en el punto de cruce del infinito


13 de abril y 31 de agosto son las dos fechas gregorianas en las que nosotros "estamos" cronológicaMente mientras físicamente en el Espacio el Planeta en el que estamos físicamente se sitúa en dos puntos de su órbita. En la siguiente escena puedes ver ambos puntos en relación a los puntos de equinoccios, de solsticios y de inicio de año gregoriano. Los dos puntos aparecen unidos por una línea verde. La sección de órbita que resulta equivale a lo que la Tierra recorre en 140 días, 20 semanas. El resto de órbita desde el 31 de agosto al 13 de abril es de unos 225 días.

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Puntos en la órbita desde los que vemos al Sol en el punto de cruce del analema

Una curiosidad numérica que relaciona al analema y al Planeta Venus es que 225 días es prácticamente lo que Venus tarda en completar su órbita al Sol. Es 1 año de Venus. Y no sólo eso, sino que el día 31 de agosto es el día 243 desde el 1 de enero, y 243 días es lo que Venus tarda en completar su giro o día. Esto no significa que la lazada larga del analema en la Tierra esté influenciada de algún modo por la órbita/año (225 días) y el día (giro) del planeta Venus, pero es una curiosa relación puede ayudarnos a recordar las cifras de días que definen esa extraña figura llamada "analema".

Con todo, mientras nosotros durante 140 días desde el 13 de abril hemos viajado en nuestra mente y entre nuestras "circunstancias", la Nave Tierra acaba de recorrer esa sección de órbita de color blanco cuyo último punto corresponde a nuestro 31 de agosto gregoriano y que gráficamente es esa lazada corta de ese símbolo (es este caso deforme) que, por herencia cultural, atribuimos a "lo que no tiene fin" (ni comienzo).

Este símbolo del infinito en nuestro cielo puede ser sentido y considerado como un mensaje anual de la Tierra y del Sol que hablan en su propio lenguaje gráfico, silencioso, pausado, móvil y abstracto en el Lienzo transparente del Espacio (cielo espacial, "espacielo") y que una parte de nuestro ser, el natural y universal, comprendería. Otra cosa es no mantener "relaciones" con ese ser universal ni con el Planeta y no comprender, y por ello concluir que... tal mensaje no es un mensaje y no significa nada. Pero si algo significa, saberlo es privilegio exclusivo y reservado para cada ser humano, igual que saber el por qué y para qué de todo por saber el por qué y para qué acerca de un@ mism@: un infinito en el cielo (¿?).

símbolo del infinito

   

 



ORIÓN COMO GUÍA DE ORIENTACIÓN

En las próximas líneas usaremos a las estrellas de la constelación de Orión, ya conocidas, para localizar otras importantes estrellas y constelaciones del cielo nocturno en el invierno boreal, verano austral. Lo haremos con ayuda de unos gráficos que reproducirán con bastante fidelidad la situación, con respecto a nuestra constelación, de las estrellas que vamos a buscar. Lo haremos trazando líneas imaginarias desde Orión hasta la estrella en cuestión.

Este primer esquema recrea la fotografía de arriba, y muestra cómo,


prolongando hacia la izquierda la línea que une a las tres estrellas del Cinturón, llegamos fácilmente a las proximidades de Sirio (Alpha Canis Maioris), que es la estrella más brillante de todo el cielo nocturno; a continuación, no habrá dificultad en localizar al resto de las componentes de Canis Maior (el Perro Mayor). Los habitantes del Hemisferio Austral deben tener en cuenta que su visión difiere de la Boreal en 180º.

En este otro, el esquema lo hemos tratado justamenta al contrario, uniendo la línea de las tres estrellas del cinturón para prolongarla hacia la derecha, justamente hasta las proximidades de Aldebarán (Alpha Tauri), una preciosa gigante roja que es la estrella principal en la constelación de Tauro.


 Un poco más allá apreciamos al cúmulo estelar abierto M45, las magníficas Pléyades. Con respecto al Hemisferio Sur, hay que hacer la misma observación que hicimos con ocasión del esquema anterior.


Por último, y como quiera que ya conocemos la ubicación de Betelgeuse, y acabamos de aprender a localizar a Sirio, usaremos estas dos estrellas para construir en el cielo un imaginario triángulo equilátero, que se llama el Triángulo de Invierno, cuyo tercer vértice será Procyon, una brillantísima estrella, que es la principal integrante de la constelación de Canis Minor (El Perro Menor). Existe también un Triángulo de Verano, formado por Vega, Altair y Deneb.

Usando éstos y otros pequeños trucos, podremos ir ubicando poco a poco las constelaciones y sus estrellas principales, aumentando así nuestro conocimiento del Cielo y el Espacio Exterior sin esfuerzo, pero sí con cariño y dedicación.

MITOLOGÍA

Orión/Osiris/Arturo era hijo de Ptah/Poseidón/Neptino, dios del Mar, y de Nut/Gea, la Madre Tierra. Tenía una belleza extraordinaria y creció tanto que llegó a convertirse en un auténtico gigante. Tan enorme era, que podía andar por el fondo de los mares profundos sin que jamás las aguas le cubrieran de hombros para arriba. Después de muchas aventuras, Orión fue a la isla de Kíos, donde al poco tiempo se enamoró de Mérope, la hija del rey Enopión. Tal era


su amor hacia ella que la pidió en matrimonio. Enopión consintió en ello, pero previamente exigió al gigante que demostrara su valor llevando a cabo una difícil misión. Orión tendría que exterminar un gran número de animales dañinos que estaban causando enormes pérdidas en las cosechas de la isla. Una vez que hubo exterminado todas las alimañas, el monarca se negó a cumplir lo prometido.

Orión intentó vengarse de Enopión, pero no pudo encontrarlo ya que éste se refugió en una cámara subterránea tan enrevesada, que era prácticamente inescrutable. Entonces, Orión montó más aún en cólera y, enfurecido, le dió por matar con sus infalibles flechas y sin piedad alguna todos los animales que le iban saliendo al paso, ya fueran animales feroces o mansas e inocentes criaturas. Tal era el número de bajas que había causado ya, que su madre Gea tuvo que intervenir pidiéndole, sin ningún éxito, que fuera benévolo y reflexivo. Orión hizo caso omiso a las palabras de su madre y siguió en sus trece, a pesar de las repetidas advertencias de Gea.

Un día, cuando el soberbio gigante se encontraba reunido con sus amigos, envaneciéndose de que ni los tigres, ni las panteras, ni aún los leones o serpientes eran capaces de producirle espanto alguno, desbordó la paciencia de su madre, la cual le mandó un escorpión muy venenoso. Orión, al verlo, no pudo contener su irónica sonrisa ante la ridiculez de aquel insignificante adversario enviado por Gea.


El gigante se confió demasiado y el escorpión le picó en un pie con su potente aguijón venenoso. La terrible ponzoña se extendió por toda la sangre del cazador y éste cayó al suelo medio moribundo. Cuando vio que la muerte era ya inminente, pidió auxilio e imploró venganza al todopoderoso Zeus, ya que la muerte que le acechaba era poco gloriosa para un personaje de su talante. Le pidió al dios supremo que lo colocaran en los cielos con sus dos fieles perros de caza (Canis Mayor y Canis Menor) y una liebre (Lepus), para que los hombres, cuando miraran hacia arriba en las oscuras noches estrelladas, recordaran sus aventuras como cazador. También le pidió a Zeus el dominio de las tempestades, las tormentas, el hielo y los vientos, a fin de poderse vengar así de su madre la Tierra (Gea).

El dios fue condescendiente con Orión y atendió sus súplicas. La Tierra tembló, y desde entonces lo ha venido haciendo hasta nuestros días cada vez que ha visto aparecer a Orión sobre el firmamento, ya que éste siempre ha traído consigo el viento, el frío, las tempestades, los hielos, las nieves y las escarchas, que tan abundantes son en invierno sobre la Tierra, coincidiendo con la llegada de esta constelación. También se encargó Zeus de situar el Escorpión (Scorpius) en el firmamento, pero tuvo cuidado de ponerlo lo más alejado posible del gigante para que nunca más volvieran a enfrentarse. Así pues, cuando Orion desaparece de la bóveda celeste es cuando hace su aparición Scorpius. Mientras que Orión aparece durante el invierno , Scorpius lo hace en el verano.

ORIÓN EN LA HISTORIA DE LAS CIVILIZACIONES

Los egipcios vieron la constelación de Orion como al dios Osiris sosteniendo en sus manos a la estrella Aldebarán o Alpha Tauri.  Isis está representado como la estrella Sirius, la más brillante del firmamento y que podemos ver en los cielos de Noviembre hasta Marzo. Para los egipcios su calendario empezaba cuando observaban a Sirius en su orto o salida poco antes de amanecer, fenómeno que se producía en junio y que por la precesión de los equinoccios se produce ahora a finales de Agosto y que conllevaba la crecida del Nilo, fundamental para el control y desarrollo de la civilización egipcia.



Algunos fragmentos de los Textos de las Pirámides afirman que el alma del Faraón se convertiría en una estrella de Orión:
  • "En tu nombre de Habitante de Orión, con una temporada en el cielo y una temporada en la tierra"
  • (Textos de las Pirámides 187).
  • "¡Oh rey, tú eres la gran estrella, el compañero de Orión, que recorres el cielo con Orión, que navegas en el Duat [mundo inferior] con Osiris; tú asciendes desde el este del cielo siendo renovado en tu debido tiempo y rejuvenecido en tu debido momento. El cielo te ha llevado junto a Orión"
  • (Textos de las Pirámides 882-3).
En el libro de la Biblia, Orión es mencionada al menos tres veces, dos de ellas en el Libro de Job.
  • "Él ha creado la Osa y Orión, las Pléyades y la constelación del Sur", Job 9:9.
  • "¿Anudas tú los lazos de las Pléyades o desatas las cuerdas de Orión?", Job 38:31.
  • Y también en el Libro de Amós 5:8.
Especialmente en la Edad Moderna, a través de la creación tecnológica la Humanidad se ha permitido ver grandes detalles del firmamento. Así, con el telescopio espacial Hubble, Ojo Astronómico de la Humanidad, sus creadores han obtenido maravillosas escenas como la Nebulosa de Orión o la Nebulosa de la Cabeza de Caballo.

ESCORPION
 
La constelación de Escorpión contiene un abanico de historias y leyendas fascinantes. La forma de su constelación se asimila realmente a la de un escorpión, por lo que es muy llamativa, especialmente debido al gran brillo de sus estrellas principales, destacando la roja Antares.
 


Tan llamativa fue para los griegos que la extendieron hasta la vecina, y débil, constelación de Libra, por lo que ésta sería conocida alternativamente en la antigüedad como Las Pinzas.Se trata de una constelación de origen mesopotámico, como la mayoría de las constelaciones zodiacales, o del "Camino de la Luna", como se las denominaba. La primera referencia clara a esta constelación la encontramos en las tablillas Mul-Apin, redactadas en Asiria durante el siglo VII a.C., aunque sin duda su origen lo podríamos situar alrededor del año 1000 a.C.
  Tanto en las tablas Mul-Apin, como en los kudurrus, esta constelación representa el escorpión de la diosa Ishhara (o Ishkhara). Diosa del amor semita, Išhara también aparece como diosa guerrera en otras tradiciones. A veces aparece como esposa del dios Dagon, dios semita agricultor inventor del arado.

 
 
El signo escorpión se asocia a la imagen del animal que le da su nombre. Este animal venenoso es el único animal en la naturaleza que se suicida. Representa el descender a las profundidades del mundo, pero también es una señal de transformación y resurrección, de la sabiduría oculta. Se compara al ave Fénix que se quema a sí misma para renacer de las cenizas.
 
Se dice que un rey predinástico del antiguo Egipto se llamaba Escorpión (Selek) y la forma femenina, Selket, era señora de los médicos hechiceros. La diosa Isis (Eset) en su huida de Seth, asesino de Osiris, se hizo acompañar por siete escorpiones.
 
El origen de esta deidad no está del todo claro, pues tradicionalmente se la asimiló con Ishtar, la diosa del amor y de la guerra semita cuyo culto alcanzó una fama impresionante en todo el Oriente Próximo (la misma Afrodita deriva en gran parte de ella), por lo que resulta difícil separar los atributos propios de una y otra. Tradicionalmente se habla de Ishhara como diosa guardiana de las promesas y de los juramentos, aunque en otras fuentes aparece como patrona del amor y del lecho conyugal, como es el caso de la Epopeya de Gilgamesh (2000 a.C. aprox.) cuando él va al otro mundo y tiene que cruzar una montaña custodiada por el "hombre escorpión". El escorpión se relaciona aquí como el guardián del mundo oscuro que debe pasar a través de las tinieblas para alcanzar el mundo de la luz. En el siglo VI a.n.e., bajo el reinado de Nabucodonosor II, a la constelación se la denominó Arajsamna (o Arah Shamna), en referencia al octavo mes del calendario babilonio, aunque ya se la conocía como Akrabu ("escorpión").

Además, esta constelación es una de las pocas que aparecen mencionadas en la Biblia (en el Libro de Job). Posteriormente, el escritor judío Aben Ezra (siglo XII) identificó la constelación con Kesil o 'Akrabh, el emblema tribal de Dan. El astrónomo Riccioli la denominó Acrobo Chaldeis, en referencia a los Caldeos, pueblo que se hizo con el poder en Babilonia en el siglo VII a.C.. R.H.

También fue asociado al águila, en la visión de Ezequiel y con la serpiente emplumada Quetzalcoatl, la serpiente. De hecho, existen muchas relaciones simbólicas entre el escorpión y la serpiente, como representantes de la sabiduría. Es curioso que, aparentemente, algunas culturas de América vieron en esta constelación un escorpión. Según V.W, von Hagen, los mayas denominaban a esta región celeste Zinaan ek ("Las Estrellas del Escorpión"). Los mayas del Yucatán representaban al dios de la guerra "Ek-Chuak" con cola de escorpión.
 
Todas estas imágenes nos llevan a ver al escorpión como el proceso de sabiduría que se adquiere pasando por las profundidades del ser y la oscuridad de la muerte para lograr llegar a la luz y al renacimiento del espíritu en su forma más elevada.


Pero sin duda, la leyenda más difundida en torno al signo del Escorpión está asociada a Orión, hijo de Poseidón, dios del Mar, y de Gea (Juno para los romanos), la diosa de la Tierra. Al nacer creció tanto que llegó a convertirse en un auténtico gigante. Está representado por un guerrero alzando su arco y cubriéndose del enemigo con un vellocino. A su lado se encuentran sus perros guardianes: Canis Mayor y Canis Menor. Por causa de su grandeza, se tornaría en soberbio, acarreando la ira de Gea.

 
Un día, cuando el soberbio Orión, se encontraba reunido con sus amigos, envaneciéndose de que ni las bestias más terribles como los tigres, las panteras, los leones o serpientes eran capaces de producirle espanto alguno, su madre Gea le mandó un escorpión muy venenoso. Orión, al verlo, no pudo contener su irónica sonrisa ante la ridiculez de aquel insignificante adversario enviado por Gea.Orión se confió y el escorpión le picó en un talón con su potente aguijón venenoso, y tan pronto como hizo eso, Orión le aplastó con su mazo. La terrible ponzoña se extendió por toda la sangre de Orión y éste cayó al suelo medio moribundo. Cuando vio que la muerte era ya inminente, pidió auxilio e imploró venganza al todopoderoso Zeus, ya que la muerte que le acechaba era poco gloriosa para un personaje de su talante. Le pidió al dios supremo que lo colocaran en los cielos con sus dos fieles perros de caza (Canis Mayor y Canis Menor) y una liebre (Lepus), para que los hombres, cuando miraran hacia arriba en las oscuras noches estrelladas, recordaran las aventuras del gran cazador Orión. También le pidió a Zeus el dominio de las tempestades, las tormentas, el hielo y los vientos, a fin de poderse vengar así de su madre la Tierra (Gea).


VIRGO

En los días lemurianos, durante el período primitivo del hombre  y antes de aparecer la humanidad actual sobre la Tierra, en el período intermedio de desarrollo, ocho signos ejercían influencia en el planeta y en los reinos de la naturaleza que existían en él. No había respuesta a las influencias de Leo y Virgo. El misterio de la Esfinge no existía, y ambos signos no formaban parte de la rueda zodiacal. Después tuvo lugar la individualización, la simiente crística fue plantada en el hombre y estos dos signos empezaron a ejercer influencia sobre la humanidad, influencia que fue reconocida gradualmente, y el zodíaco contó con diez signos. Dominaba la palabra sagrada Tau (la que ahora es AUM) , pues no estaba Piscis, y sólo Géminis, Virgo y Sagitario eran evidentes. El círculo de experiencia estaba marcado de Aries a Capricornio.

 La Triple Diosa: Venus-Luna-Urana

Virgo está relacionada con diversas culturas: Es Ishtar en Fenicia y Ceres en Roma, diosa de la Agricultura. Esto explica el nombre de sus dos principales estrellas Spica y Vindemiatrix, ambos relacionados con el mundo rural. Para la mitología helenística, Virgo es Astrea, la diosa virgen encargada de transportar los rayos de Zeus, y que vivió entre los hombres hasta que la falta de virtud de Cronos le hizo trasladarse a los cielos.


 Su lealtad a Zeus le hizo merecedora del premio de conservar la virginidad, y también de un lugar en las estrellas en forma de constelación. Se representa como una diosa alada rodeada de una aureola que porta una antorcha y los rayos de Zeus, lo que demuestra en su conjunto su condición de divinidad de las estrellas.

Vayamos al mito órfico de la creación: Eros o Fanes (El que revela), surgió de un huevo de plata depositado en la oscuridad, después de que al principio de todo, su madre, la Noche que todo lo cubre con negras alas al extenderse, fuera cortejada por el viento (la raíz homérica de "vientos" ouros).

 

Como Thot, Fanes fue el creador del Cielo, la Tierra, el Sol y la Luna poniendo el Universo en movimiento, pero nunca gobernó, el cetro lo mantuvo su madre hasta que Urano lo heredo. Fanes fue nombrado por su madre como Protógeno Faetonte ("Primogénito deslumbrante"). Era hermafrodita, poseía doradas alas y cuatro cabezas de león, toro, serpiente y cabra que emitían sus respectivos sonidos.

Apolodoro dice que la Tierra y el Cielo se separaron en una batalla mortal y posteriormente volvieron a unirse por amor. Urano es el planeta que rige el magnetismo y en un principio antes que nada antes que Urano reino Eros la atracción que unió Urano a la Tierra.Eros surgió del sánscrito vri o var, "elegir o preferir" y de vas, en masculino vân, femenino Ushî, neutro Vat, valor posesivo masculino Vân, femenino vati.

El veda Kâma es el Dios del amor, los hijos de Kâma se llaman Aniraddha "el Irresistible". 

Urano el firmamento nocturno esta precedido por Venus al amanecer y al anochecer, como Urano es asexual dado que le fue amputado el miembro, toma, estando en la casa nocturna, la de la Luna y por tanto casa femenina, los atributos de mujer. Por lo que he aquí una paradoja: Venus-afrodita o Citerea es la madre de Eros, pero Urano es el primer Eros, siendo la atracción uraniana el primer significado de Eros, el atrayente nacido de Venus, por lo que Urano es tanto padre como hijo de Venus, eso es debido a que Venus es tanto la estrella vespertina de la tarde como el Lucero del Alba y dado que la casa nocturna la ocupa Urano se entiende que Venus sea predecesora de la noche Uraniana como que nazca de ella. 

Recordemos que Venus Afrodita nació de los genitales de Urano en contacto con la espuma del mar, causa de que se la considerara diosa de la fertilidad y de la sexualidad, de ella se dice también que llego de oriente traída por una ola dentro de una concha, es decir; que nació al terminar la noche Uraniana, puesto que el sol sale por el este, por el oriente.

Lo mismo ocurre con Hathor personificación egipcia de Venus, la diosa del amor. Porque Hathor es de igual modo la (madre de su padre, la hija de su hijo) siendo como era esposa, madre e hija de Ra. Siendo Ra el Sol que nace precedido por Venus al amanecer y que se reencuentran en el ocaso al atardecer.

Así en la era de Leo teniendo a Urano como regente del firmamento nocturno unido por tanto a la Luna y a Venus obtenemos a la Triple Diosa Venus-Luna-Urana, porque Urano en un principio no era Urano sino Urana "La Reina Celestial" (Ura es "Cielo" y Ana "reina") reiteremos que la casa nocturna es femenina. Venus representaba la vertiente cariñosa y joven de la diosa, la Luna era la materna y fecundante de mediana edad y Urana era la parte terrible y cruel, la mujer mayor que marca la destrucción pero que también es sabia.

 

Los animales asociados a la triada Venus-Luna-Urana son la vacas y los toros por Venus, los bueyes, búfalos y el resto de animales de pezuña doble y carnudos son lunares y los ofidios y el ser humano están regidos por Urano.
 
 
 
Por ello Eros aparece como antropomórfico en el mito órfico de la creación con cuatro cabezas, de toro, serpiente, cabra y león (esta última cabeza aludiendo a Leo la casa solar) y emitiendo cada uno sus respectivos sonidos lo que se refiere a